Hacienda investiga otra lista de españoles con 6.600 millones en cuentas suizas
La información ha sido compartida por el estado alemán de Renania del Norte, que examina un caso de fraude fiscal que afecta a 20 países
DAVID VALERA
Sábado, 23 de abril 2016, 01:24
Suiza vuelve a estar en la diana de las autoridades fiscales. Con las derivadas del caso Falciani todavía sin cerrarse, la Agencia Tributaria tiene en su poder desde la semana pasada una nueva lista con españoles que han tenido cuentas en el país alpino por un importe total de 6.600 millones de euros, al menos, hasta noviembre de 2008. La información fue trasladada a la Hacienda española por las autoridades del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia en el marco de una investigación por presunto fraude fiscal a gran escala que afecta a contribuyentes de una veintena de países. El organismo que dirige Santiago Menéndez ha confirmado la recepción del listado, aunque no el número de personas afectadas ni el importe que tendrían depositados en los bancos helvéticos.
Sin embargo, los responsables del länder germano estiman que el dinero acumulado en las cuentas de la lista ascendía a 93.000 millones de euros en julio de 2006. Y es que los datos, en principio, comprenden desde ese año y hasta el 30 de noviembre de 2008. En este sentido, las autoridades alemanas calculan que España es el cuarto país con más contribuyentes afectados por el volumen de dinero que aparece en cuentas suizas. En concreto, afirman que al iniciar el segundo semestre de 2006 los españoles de esa nueva lista negra tenían hasta 8.634 millones en entidades financieras helvéticas. Sin embargo, ese número descendió a los 6.634 millones a 30 de noviembre de 2008, la última fecha disponible. El primer puesto en ese ránking de presunta evasión de impuestos se sitúa Italia con 23.300 millones, seguido de los 11.923 de Francia y los 7.519 millones de Reino Unido.
En cualquier caso, los investigadores de Renania del Norte aclaran que eso no significa que todo ese dinero sea ilegal o no se haya declarado. De hecho, ese es un trabajo que le corresponde hacer a las autoridades nacionales de cada país y es la razón por la que han compartido con ellas esos datos. Fuentes de la Agencia Tributaria aseguraron que ya están analizando la información recibida para comprobar, en primer lugar, que los nombres facilitados realmente son contribuyentes españoles o que residen en el país. Después deberán analizar si tenían cuentas en el país helvético y, lo más importante, en caso positivo cotejar si fueron declarados al fisco.
Es en este punto donde cobra una importancia clave el denominado modelo 720 de declaración de bienes en el extranjero. Y es que la Agencia Tributaria deberá comprobar si el dinero de esas cuentas en Suiza fue comunicado a través de este proceso. De hecho, los contribuyentes españoles ya han reconocido tener casi 20.000 millones en Suiza en 2013. La mayor parte de esa cantidad (8.900) se encontraba en valores y derechos. Otros 5.600 millones en acciones y participaciones en instituciones de inversión colectiva (fondos o sicavs). Por último, declararon 4.800 millones en cuentas bancarias.
El camino para llegar al punto actual ha sido largo. De hecho, esta investigación surgió en 2012 cuando las autoridades del länder alemán de Renania del Norte se hacen mediante el pago de unos 18 millones de euros con varios CD que contenían información filtrada sobre supuestos evasores fiscales alemanes en Suiza. Los investigadores han adelantado que las operaciones realizadas les han permitido ingresar unos 5.000 millones de euros tras descubrir que alrededor de 120.000 contribuyentes germanos tenían cuentas no declaradas en el país helvético.
Desde el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Geshta) advirtieron a los responsables de Hacienda sobre la necesidad de poner en marcha inspecciones en cuanto se detecten irregularidades. Temen que se repita la misma práctica que al conocerse la lista Falciani y que consistió en enviar a los contribuyentes que aparecían en esa relación de nombres una carta para avisarles de que debían regularizar su situación. Esto permitió, según denuncia Gestha, que muchos defraudadores presentaran una declaración complementaria y evitaron ser acusados por delito fiscal.