Los consumidores en el futuro
Exigiremos servicios personalizados de calidad, realizados con rapidez y fiabilidad, baratos y estaremos muy bien formados e informados
Koldo Nabaskues
Viernes, 23 de septiembre 2016, 16:12
Hoy disponemos de un mayor nivel de renta, las nuevas tecnologías forman parte de la vida cotidiana, la mujer está integrada en el mercado laboral, tenemos mayor esperanza de vida... Todo ello hace que seamos más exigentes y demandemos mayor calidad; queremos estar a la moda y que esta se ajuste a nuestra imagen personal con precios competitivos. Se nos supone bien informados, asumimos riesgos, participamos (como clientes) en la creación de productos y servicios, somos menos influenciables, menos fieles y vamos al mejor postor/precio.
En el futuro exigiremos servicios personalizados de calidad, realizados con rapidez y fiabilidad, baratos y estaremos muy bien formados e informados. No desearemos ni necesitaremos comprar las 24 horas del día los 365 días del año. Tendremos un papel predominante en la relación comercial; muchos de nosotros definiremos directamente sus estrategias. Superaremos el papel de consumidor pasivo pasando a ser generadores de contenido; y de colaboradores pasaremos a ser quienes recomienden e influyan directamente en la marca. Es muy probable que apenas hayamos digerido estos perfiles y ya estén en marcha otros que nos hagan cambiar de estrategia y paradigmas, que vuelven a reivindicar lo simple y que se están instalando en la mente de muchos innovadores.
Claves a tener en cuenta
-Necesidad de seguridad: Ante los constantes cambios tecnológicos y una avalancha de posibilidades que genera duda e inseguridad, el consumidor buscará marcas que le den seguridad.
-Las nuevas tecnologías crearán una mayor exposición a la privacidad, por lo que se demandará una mayor protección de la misma, hasta el punto de que si no se respeta se abandonará la marca.
-Defensa de lo tradicional: redescubrirá el valor de lo tradicional, será una tendencia generalizadora; ya se están dando movimientos puntuales en este sentido.
-Se impone la simplicidad: ofertas sencillas que no trasladen más complicaciones al cliente, se acaba la letra pequeña y miles de versiones de los productos.
-Exigencia selectiva: no serán tan exigentes con todo lo que compren, lo serán con una selección de productos y servicios con los que realmente sienta una verdadera implicación, serán más tolerantes con el resto de productos
-Menos impulsivos: sus compras será menos impulsivas y se harán con más planificación, serán consumidores estratégicos, por que teniendo una necesidad por satisfacer, se hará en el momento que el precios les convenga (rebajas, descuentos especiales).
-Conservadores: no asumirá tantos riesgos como el actual, buscará experiencias seguras que no lo defrauden.
-Percepción selectiva: el preconsciente del consumidor estará superentrenado para percibir de manera muy selectiva sólo aquello que les interesa.
-No demandará como actualmente tiendas 24/7 y servicios ininterrumpidos, aceptará las ofertas que existan y se adaptará a los horarios estándares.
-No querrá especialización de los productos ni reducción de la oferta (marcas blancas solamente) y servicios, preferirá que sean amplios y satisfagan un conjunto de necesidades.
-El consumidor cree que su casa como se su castillo inviolable, necesitará multitud de posibilidades que le permitan satisfacer lo que necesite.
-El núcleo familiar volverá a tener gran importancia, y será el motor social que definirá los hábitos, actitudes y motivaciones de los consumidores.
-Querrá más tecnología pero simple, no quiere reaprender permanentemente sin que haya un motivo y si lo hace es para mejorar su calidad de vida.
-El preconsciente del consumidor estará superentrenado para percibir de manera muy selectiva solo aquello que les interesa.
-No querrán participar ni interactuar con la empresa, demandarán un producto o servicio concreto y aprenderán a consumir lo que les ofrezcan si les parece interesante, pero no pedirán participar en el proceso de creación.
-La influencia personal y la recomendación tendrá un papel más relevante que hoy, pero los recomendadores tendrán que pertenecer a su círculo de más confianza e intimidad.
-Sólo comprará aquello que pueda pagar y que le sea útil, se acabó el pedir crédito y los gastos fraccionados de varios meses, solo hará compras realmente importantes. Si no se tiene efectivo no se comprará.
-El consumidor deseará encontrar una marca o enseña en quien confiar y serle fiel, siempre y cuando responda a sus expectativas. Entrará a su núcleo familiar y tendrá una fidelidad extra.
Las marcas y los consumidores
Las personas consumidoras demandamos que las marcas que se dirijan a nosotros conozcan todas nuestras circunstancias y sepan anticiparse a nuestras necesidades y deseos. En esa nueva relación más directa y cercana queremos experimentar la diferencia y autenticidad de las marcas. Dejaremos de ser fieles a las marcas para convertirnos en unos adictos a las experiencias que éstas les proporcionan.
Las claves de la nueva relación, según varios estudios son:
-Comunicación (clara y veraz, que implica alejarse de los superfluo).
-Originalidad (no buscamos marcas, sino soluciones).
-Simplicidad (ir a la esencia, en contra de la sobre-información existente).
-Flexibilidad (saber adaptarse a cada rol y a cada momento del cliente).
-Transparencia (sin photoshop, sin retoques, real y bien definida).
-Valentía (arriesgarse a ser diferente).
-Sostenibilidad (los mercados forman parte de un todo, y deben ser sostenibles con el resto).
-Humildad (las marcas también tienen defectos, deben mostrar su lado humano).
-Credibilidad (las marcas deben mantener la coherencia entre lo que se vende, lo que se dice y lo que hace).
Tipos de consumidores
Nuevos criterios, Se identifican ocho tipos de consumidores:
-e-Consumers: Usuarios de Internet, tanto laboral como doméstico, y se declaran partidarios de la red como canal de compra. Son un 12,8% de la población y realizan el 14,1% del gasto en Gran Consumo. (*)
-Pobres en tiempo: Suelen ser hogares muy numerosos, con ama de casa trabajadora que antepone servicio y valores adicionales al precio, sobretodo si les facilita su día a día. Son el 9,9% de la población y realizan el 9,7% del gasto en Gran Consumo.
-Oportunistas: hogares numerosos y trabajadores, que sin embargo buscan promociones y comparan precios pese a tener poco tiempo. Son un 9,4% de la población y realizan el 10,7% del gasto en Gran Consumo.
-Fans de las tarjetas: son asiduos a las tarjetas de fidelización y son hogares numerosos de hasta cuatro personas y de clases medias. Son un 10,2% de la población y realizan el 11% del gasto en Gran Consumo.
-Familias bajo presión: se diferencian del resto de hogares numerosos en que viven más condicionados por la presión del trabajo y sobretodo de la familia. Son un 10,7% de la población y realizan el 11,8% del gasto en gran consumo.
-Jóvenes: son hogares jóvenes, pequeños y residen en grandes áreas metropolitanas. Son los más innovadores en gustos y estilos de vida, no sólo en el consumo de productos bio o del comercio justo, sino también en comodidades y viajes, y también son poco intensivos en gasto en gran consumo. Son un 11,9% de la población y realizan el 10,9% del gasto en gran consumo.
-Senior: engloban a los hogares mayores de 50 años, principalmente retirados pero con una vida activa: se cuidan, hacen deporte. Además se preocupan por el medio ambiente, reciclan y gastan en alimentación un 20% más que la media. Son un 23,5% de la población y realizan el 19% del gasto en gran consumo.
-Saludables: son hogares de clase media y sin hijos pequeños, preocupados por seguir hábitos saludables para toda la familia y más intensivos en el consumo de productos frescos. Son un 11,6% de la población y realizan el 12,8% del gasto en gran consumo.
De acuerdo a la información, la conciencia social y medioambiental también incide en el comportamiento del consumidor actual.
(*) datos de EEUU.