España se sube a la ola de la comida rápida
Cada ciudadano gasta de media 42 euros al año, una de las cifras más bajas de Europa, aunque sí es de los que más paga por consumición (4,3 euros)
José Antonio Bravo
Viernes, 15 de enero 2016, 11:41
En el reino de las grandes multinacionales estadounidenses, varias firmas de origen español se han ido haciendo un hueco poco a poco, aunque fundamentalmente a nivel nacional. Ha sido el empuje suficiente para que el país se haya terminado de subir como uno más a la ola creciente del consumo de comida rápida, si bien todavía sin el entusiasmo que se vive en otros lugares, desde potencias mundiales como Estados Unidos o Japón hasta economías emergentes como Brasil y México.
Las cifras así lo demuestran, según el último informe sectorial elaborado por la escuela de negocios EAE y conocido en las últimas fechas. Si analizamos el último período de crisis económico-financiera a nivel mundial, es decir, desde 2008 a 2014, el gasto en comida rápida se ha incrementado un 8,5% en España, pero ha sido uno de los crecimientos más débiles en comparación con otras economías occidentales. En EE UU, la cuna de este tipo de alimentación, aumentó el doble (17,4%) y en Alemania o Reino Unido 1,6 veces más (13,5% y 14,1%, respectivamente). En Japón el consumo subió el triple (25,5%) que en suelo español, al igual que en Australia (24,6%).
El verdadero 'boom' de la que se conoce como 'fast food' se dio precisamente en tres de los países llamados a encabezar la economía mundial en las próximas décadas, y que forman parte del club de los BRICS. En China el gasto en este tipo de establecimientos se disparó un 109,5% en esos siete años, por encima del 96,8¡7% en que creció en India aunque por debajo del alza del 117,35 registrada en Brasil.
La meca sigue siendo EE. UU.
En términos absolutos, no obstante, Estados Unidos sigue siendo más que la meca de este negocio -los primeros locales de hamburguesas aparecieron allí en 1920, aunque no fue hasta 1937 cuando los hoy famosos hermanos Dick y Mac McDonald comenzaron a utilizar la producción en cadena-, y allí se gastan en este tipo de productos 65.524 millones de euros al año (datos de 2014, los últimos conocidos en términos comparables). La cifra casi duplica aún el consumo de China en este sector (36.657 millones), y lo hace con creces respecto a Japón (29.396 millones), el país que cierra el podio de los territorios que son la tierra prometida para el 'fast food'.
Los 1.980 millones que se gastan en España al año en comida rápida se antojan así un pequeño vaso de agua en esa piscina -aunque en 2014 aumentaron un 6,3%, el cuarto mejor dato para este mercado a nivel internacional- , superando eso sí al gasto de Italia (1.687 millones). En Europa los más rumbosos con este tipo de productos son los alemanes, país donde el desembolso global llega a los 4.721 millones, y Reino Unido, con otros 6.320 millones anuales.
Menos compras, más caras
En número de operaciones, sin embargo, España aún dista mucho del resto de países. Los 465 millones de transacciones que se realizan cada año aquí para compras de comida rápida distan mucho de los 2.273 millones de Alemania, los 2.873 de Reino Unido e incluso están por debajo de los 631 millones de Italia. Y de los 90.681 millones de operaciones de China, líder mundial en este aspecto, o los 74.369 millones de India, mejor evitamos comentarios sobre la diferencia abismal de magnitudes, vinculada también en su gran caso al elevado nivel de población que soportan.
Pero, ¿qué se esconde detrás de ello? Pues en el caso de los españoles, que no terminan de echarse en los brazos del 'fast food' -de ahí que hagan menos compras en términos relativos que en otros países-, aunque cuando lo hacen estiran más su bolsillo, bien sea porque consumen más de una sola vez o porque el precio de los productos aquí es más caro que en otros países. Así, los 4,3 euros de media por operación son claramente la cantidad más alta a nivel internacional, por encima de los 3,5 de Australia, los 2,7 de Italia, los 2,6 de Japón o los 2,2 de Reino Unido.
Si la comparación se hace en términos de habitante, España desciende varios puestos en la clasificación mundial aunque todavía se mantendría en el 'top 10' del gasto. En concreto, ocupa el puesto noveno con 42,61 euros de promedio por persona, por encima de Italia (28,1 euros) e India (9,3), aunque claramente muy lejos de los 231,4 euros de Japón y los 205,4 euros de Estados Unidos, los primeros en ese aspecto.
Hablamos en cualquier caso de los residentes en un país, no de sus nativos. Y es que los movimientos turísticos masivos tienen mucho que ver con el auge del 'fast food', porque buena parte de los viajeros suelen recurrir a este tipo de establecimientos al conocer de antemano sus ingredientes, amén de la flexibilidad de horarios, la rapidez del servicio y los bajos precios, según las conclusiones a las que llegan en EAE. Es lo que se conoce a nivel internacional como 'you know what you get (sabes lo que te llevas)', que hace en cierta medida que esas personas «se sientan como en casa, comiendo en un restaurante muy parecido al de su país de origen».
Acento estadounidense
El concepto marca domina claramente en el universo de la comida rápida. A nivel global tiene un señalado acento estadounidense puesto que de este origen son prácticamente todas las compañías del 'top 10', encabezadas por McDonalds (con 18.710 establecimientos repartidos por todo el mundo), KFC (11.798 locales), Subway (10.109), Pizza Hut (5.890), Starbucks (5.727), Burger King (4.998), Dominos Pizza (4.422) y DunkinDonuts (3.005).
En España, sin embargo, el reparto resulta algo más equilibrado, aunque más por nombres que por volúmenes. Las populares cadenas de hamburgueserías McDonalds y Burger King copan dos tercios del mercado (40,4% la primera, casi el doble que el 22,5% de la segunda), de modo que la tercera en liza, la cadena de bocadillos Pans & Co, tiene que conformarse con el 4,4%. Eso sí, es la primera marca española en el mercado nacional y, además, no la única. Otras cinco enseñas más aparecen en los diez primeros puestos, encabezadas por Rodilla (3,6%), que supera a las también firmas 'made in EE. UU. de KFC (3,1%) y Subway (1,9%) . Sumadas a la cotas de otras firmas nacionales como Smöoy, Llaóllao, Viena y Granier, la cuota española superaría el 13,5%
Mirando al futuro, lo cierto es que el auge del negocio 'fast food' no tiene fin. Los autores del estudio referido estiman que en el próximo lustro el gasto en este tipo de productos se disparará un 48,6% en España hasta alcanzar los 2.942 millones de euros en 2019. Será, con mucho, el mercado nacional donde más crezca este consumo, duplicando el incremento esperado en China (23,9%) y mejorando con mucho el de Brasil (30,8%). En otros países europeos el incremento acumulado será claramente menor, del 11,55 en Italia, solo el 5% en Reino Unido y apenas el 1,6% en Alemania. Incluso en EE UU la mejora no pasará del 14%. ¿Ascenderá España con ello al presumido cielo de la comida rápida? Veremos si lo hace y si éste existe.