Repsol Butano: 53 días de huelgas y «riesgo de desabastecimiento»
UGT, el sindicato mayoritario, convoca paros en tres fases, a partir del 24 de diciembre, contra el «desmantelamiento» de la empresa
José Luis Galende
Viernes, 11 de diciembre 2015, 01:09
El sindicato UGT, que ostenta la mayoría de la representación sindical en la empresa de suministro y distribución de gas Repsol Butano, ha convocado 53 días de huelga en la compañía, en tres periodos diferentes, que comenzará el próximo 24 de diciembre. El motivo de la protesta es exigir a la dirección la preservación del empleo y un plan de viabilidad para el futuro, ante lo que consideran «proceso de desmantelamiento» iniciado en la filial de Repsol.
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Los paros, según señalan fuentes de la central, pondrán en riesgo el abastecimiento de los aproximadamente 40.000 clientes en Euskadi que utilizan gas propano a granel o canalizado, además de a decenas de miles de usuarios de las populares bombonas, aunque estos tienen como alternativa desde hace unas semanas la oferta de Cepsa, recién desembarcada en este mercado. Desde el sindicato convocante de los paros se asegura que los primeros problemas de abastecimiento pueden llegar a partir del tercer día de huelga para los clientes de gas a granel y canalizado, y desde el quinto día en el caso de las bombonas; y ello en un periodo de alto consumo como es el invierno, por el uso de estos combustibles para calefacción.
Los paros han sido convocados del 24 de diciembre al 11 de enero; del 25 de enero al 15 de febrero, y del 21 de marzo al 4 de abril y afectan a todo el territorio nacional.
44 empleados en Euskadi
Repsol Butano, según las mismas fuentes, tiene en torno a 800 trabajadores en España y 44 en el País Vasco. La inactividad no solo afectará al empleo directo, sino también al indirecto, dada la amplia actividad que se genera en torno a la distribución del gas. En Euskadi tiene en Santur-tzi una factoría de envasado de bombonas y de distribución de gas a granel y para sus clientes de canalización, suministrado en pueblos de toda la geografía vasca. La materia prima la recibe de la cercana refinería de Petronor, también propiedad de Repsol.
Los trabajadores se sienten víctimas de los planes de multinacional petrolera para hacer frente a la crisis que en el sector está causando el hundimiento del precio del crudo y a su elevado endeudamiento por la reciente compra de la compañía canadiense Talisman.
Para conseguir recursos con que hacer frente a la deuda, indican desde la central socialista, Repsol ha vendido ya 365.000 clientes de gas a Gas Natural (filial en la que participa en un 30% del capital), y esperan la venta de otros 140.000 en 2016. Temen que estos y otros pasos lleven a Repsol Butano a perder su carácter estratégico y, finalmente, a ser vendida.
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Argumentan los representantes de los trabajadores que dado que se está sacrificando la filial de gas para afianzar a la empresa matriz, ésta debe dar garantías de que recolocará a los excedentes laborales que ven inevitables en Repsol Butano. Además, alertan de que este negocio ha dejado de tener interés para la compañía petrolera, por lo que los comerciales que trabajan en el mismo -dedicados a buscar nuevos clientes- serán las primeras víctimas laborales del cambio de estrategia.
También se verá afectada por la protesta, aseguran, la refinería de Petronor, que dejaría de suministrar dos tercios del gas propano que en la actualidad destina a la compañía objeto de las protestas.
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