El Puerto necesita ir sobre ruedas
Aunque la situación del sector está mejor que en 2014, el empleo no se ha recuperado y la situación de los transportistas sigue siendo un auténtico calvario
Federico Landera | Presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos del Puerto de Bilbao (ATAP)
Jueves, 3 de diciembre 2015, 19:38
En el Puerto de Bilbao operan alrededor de 3.000 camiones. Con ellos, transportamos el 40% de los 35 millones de toneladas que se mueven en el puerto, cubrimos una superficie de 500 kilómetros cuadrados y llegamos a más de 10 millones de personas. Somos sin duda una puerta de nuestros productos al mundo. Pero pese a la importante labor que desempeña el transporte de mercancías, lo cierto es que el sector no va sobre ruedas.
El Puerto es el mejor indicador de la actividad económica del territorio y aunque la situación del sector está mejor que en 2014, el empleo no se ha recuperado y la situación de los transportistas sigue siendo un auténtico calvario. Al continuado incremento de costes, la constante alza del precio del gasóleo y la fuerte morosidad en los cobros, los transportistas tienen que lidiar diariamente con la competencia desleal que ejercen empresas instaladas en países con costes laborales más bajos.
A esto hay que añadir las dificultades del día, como las interminables colas que están los transportistas obligados a sufrir cada día para cargar sus camiones. A los transportistas se nos pide calma y tranquilidad ya que con el nuevo sistema que está previsto que se instale se prevé reducir las colas en un 60%. Aunque paciencia es precisamente lo que no nos falta al estar acostumbrados a soportar largas esperas tanto para cargar como para descargar la mercancía, creemos que aún se pueden llevar a cabo mejoras en beneficio de todo el colectivo de transportistas.
Liberar las carreteras de camiones
Es necesario también la apertura de vías de cara a liberar las principales carreteras vascas del tráfico de camiones y reducir así la siniestralidad. Para ATAP lo ideal sería poder adoptar alternativas voluntarias, en lugar de optar por rutas más largas y con más densidad de tráfico. De hecho, estamos convencidos de que mediante el pacto de una cantidad simbólica y asequible para un gremio tan castigado por la crisis como el nuestro se podría mejorar mucho en la densidad y calidad de nuestro tráfico.
Pero no son todo sombras. Con esfuerzo, hemos logrado compensar la retirada de módulos que se produjo hace años, tras negociar un coeficiente reductor para todos los transportistas de Euskadi. Sin este coeficiente reductor no hubiera sido posible tener un equilibrio social y económico en el transporte terrestre.
El puerto es el mejor indicador de la actividad económica del territorio y el transporte de mercancías por carretera es clave para mantener una economía fuerte y próspera. Somos un sector generador de empleo y necesitamos que se apoye a un colectivo muy castigado por la crisis para que siga generando riqueza. Es necesario evitar los cuellos de botella en las terminales del puerto que mantienen al transportista inactivo durante un tiempo indefinido y prolongado.
Precisamos mejorar la flexibilidad de la carga y descarga en las terminales para favorecer la fluidez del transporte, obtener una productividad mayor en los tiempos de desplazamiento entre el cliente y el puerto y, en consecuencia, poder trabajar con unos precios más competitivos. La realidad es que sin los transportistas no es posible que el Puerto vaya sobre ruedas.