La conflictividad laboral ya es más intensa en el conjunto de España que en Euskadi
Hasta junio, en la comunidad autónoma se perdieron 1,65 jornadas de trabajo por cien asalariados, frente a 1,79 del resto del territorio nacional
José Luis Galende
Martes, 10 de noviembre 2015, 02:15
Cuando faltan pocas semanas para la finalización del año, la evolución de los conflictos laborales en Euskadi revela una pacificación de las relaciones de trabajo ... sin precedentes desde la Transición, con menos de 15.000 jornadas perdidas por huelga en los ocho primeros meses del año, según los datos que periódicamente publica el Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi (CRL). Tanto han cambiado las cosas que la comunidad habitualmente más conflictiva pierde ahora, proporcionalmente, menos tiempo de trabajo que la media nacional; en concreto, 1,65 jornadas por cada cien asalariados, frente a 1,79 de España en los seis primeros meses del año (hasta donde llega la estadística comparada).
Publicidad
Si el análisis se hiciera por las huelgas convocadas o por el número de trabajadores que participan en las mismas, la comunidad vasca mantendría aún cierta ventaja en este capítulo, pero lo habitual es hacerlo por jornadas no trabajadas. En los seis meses de referencia en el País Vasco se perdieron 12.084 en 96 huelgas celebradas. En España, con 393 conflictos más largos, dejaron de trabajarse 263.683 jornadas.
Para hacerse una idea de cómo han cambiado las cosas, pueden mirarse los resultados de hace una década. En 2002 y 2004, los años más conflictivos de este siglo, se perdieron más de 600.000 jornadas en el País Vasco por huelgas laborales, que son las que contabiliza el CRL en sus estadísticas, frente a las menos de 60.000 del año pasado, que siguen en caída libre en 2015.
Sin embargo, esta tranquilidad no puede hacer soñar con un cambio estructural que consolide la paz social. La situación tiene mucho de provisional porque las diferencias entre sindicatos y patronales y empresarios se mantienen en cotas muy elevadas, en especial desde la última reforma laboral. Sucede, no obstante, que estas diferencias raramente se traducen en huelgas, presumiblemente ante la incapacidad de las centrales sindicales de sacar a los trabajadores a la calle. Por ello, optan por otro tipo de protestas, campañas públicas de denuncia, protagonizadas sobre todo por los liberados de las centrales, a la espera de mejores oportunidades.
Publicidad
Una cuestión de «sentido común», dice Confebask
-
Para la patronal Confebask la caída en picado de la conflictividad laboral en la comunidad autónoma es una «cuestión de sentido común» de los trabajadores vascos ante la «ferocidad» de la crisis que han atravesado las empresas y la «precariedad de la recuperación» actual. Y es que, argumenta Jon Bilbao, responsable de relaciones laborales de la patronal vasca, la economía y las empresas están «cada vez más expuestas a acontecimientos que no controlamos».
-
Por otra parte, añade, esta «tranquilidad» que predomina en las relaciones laborales no es exclusiva de los trabajadores, sino que también ha llegado la sociedad vasca.
-
Así mismo, añade, la paz social que vive Euskadi está también relacionada con la forma en que las empresas han gestionado la crisis y su «esfuerzo en el mantenimiento del empleo». «No es casualidad que el paro no haya escalado mucho más allá del 15%», frente al 25% del conjunto de España. «Los trabajadores que han sobrevivido con su empresa a la crisis conocen el entorno», argumenta.
-
Esta situación, concluye, «tendría que hacer reflexionar a algunas centrales, ante el contraste que existe entre el lenguaje de ruptura y el seguimiento que tienen».
Causas para la protesta siempre ha habido. Hoy mismo, ELA anuncia una campaña contra la precariedad; antes, otras centrales han hecho las suyas propias, y desde hace años más de la mitad de la asalariados vascos no tienen convenio colectivo vigente, lo que supone entre otras cosas congelación salarial, un hecho que no hace mucho incendiaba los centros de trabajo.
Fuentes consultadas aportan diferentes causas para esta etapa de tranquilidad laboral, algunas opuestas entre sí, en función del origen sindical o patronal. Así, hablan de una población ocupada insegura en su puesto de trabajo -por crisis en la empresa, en el sector o por tener contrato temporal-, y también de un cierto cansancio tras una primera parte de la crisis en que menudearon, con escaso éxito, las huelgas generales en Euskadi. También se apunta a que, dadas las circunstancias, mantener salario y empleo satisface muchas aspiraciones.
Publicidad
Por otra parte, las leyes del mercado indican que cuando la actividad empieza a crecer y la economía mejora, las aspiraciones de los trabajadores vuelven a cobrar vida. ¿Puede ser por esto por lo que España aventaje por primera vez a Euskadi en conflictividad? Difícil decirlo, señalan algunas fuentes, cuando en el conjunto del territorio nacional la caída de la conflictividad fue del 44% en el primer semestre. Claro que en Euskadi fue del 61%, y de ahí esa pérdida de posición conflictiva.
Desunión sindical
Existe otro factor muy importante en el País Vasco que condiciona la realización de huelgas. Es la desunión de las centrales y la existencia de cuatro organizaciones con fuerte representatividad con estrategias diferentes, cuando no enfrentadas. Si en tiempos de bonanza la competencia entre sindicatos puede ser un elemento que contribuya a espolear las protestas, en al actualidad no es más que un factor de inseguridad para sacarlas adelante, ya que la desunión genera debilidad. Por el contrario, allá donde los sindicatos han mantenido, por encima de estrategias particulares y de ideologías, la unidad, han forzado la situación. Es el caso, por ejemplo, de Lanbide, donde actuaron conjuntamente y lograron arrancar un importante acuerdo, aunque no fuera suscrito por ELA.
Publicidad
Otro ejemplo de unidad se produce en el capítulo de los horarios comerciales, en el que las centrales han conseguido que solo muy ocasionalmente los establecimientos los desafíen y abran en festivo, pese a que la ley vigente les autoriza a abrir ocho de esos días al año.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión