Laboral Kutxa retira a última hora el recurso al Supremo por la deuda perpetua

No obstante, la defensa de Laboral Kutxa, ejercida por el abogado Pedro Learreta de Garrigues, advierte de que es una decisión ad hoc, que no altera su estrategia de recurrir hasta el final. «Desistimos por las circunstancias particulares del caso. Eso no quiere decir que vayamos a desistir del resto. En estos momentos tenemos 18 recursos ante el Supremo en tramitación. Y para los que perdamos en apelación ante la Audiencia, la política sigue siendo la misma», señala.

Impulsar el canje

El caso en concreto se trata de la primera sentencia dictada en Euskadi en el conflicto de la deuda perpetua emitida por Eroski y Fagor y comercializada por varios bancos y cajas. El protagonista es un empleado de Michelin que, asesorado por Laboral Kutxa, colocó los ahorros que guardaba para sus hijos en las aportaciones. El Juzgado de Primera Instancia condenó a la entidad al entender que sólo se preocupó de explicarle las «bondades» del producto, sin advertirle de sus riesgos. Luego la Audiencia de Álava ratificó el fallo, y es este último el recurrido ante el Tribunal Supremo.

En opinión del abogado del cliente, Raúl Barambones -director general de BK Consulting-, la retirada de Laboral Kutxa en este caso es una estrategia para ganar tiempo y evitar un pronunciamiento desfavorable del Supremo antes de que se lance el canje de Eroski. La cooperativa pactó con la banca una oferta que consiste en una quita del 30%, el pago de un 15% en metálico y el abono del 55% en bonos subordinados a 12 años. Está previsto que se oficialice en los próximos meses y hay mucho interés por ambas partes en que salga bien. Pero si los ahorradores creen que el Supremo ha cerrado su puerta a la banca, podrían animarse a acudir a la vía judicial y rechazar el canje.

Barambones está convencido de que el Supremo no quiere que la banca le vaya con este asunto. No solo lo dice por la providencia en la que advertía a Laboral Kutxa de que se inclinaba por inadmitir su recurso de casación. Se apoya también en la contundente sentencia que el Alto Tribunal emitió el 12 de enero, en la que eliminó de un plumazo la mayoría de los argumentos que habían permitido a la banca obtener algunas victorias -pocas- en los juzgados. Así, zanjó las dudas sobre la caducidad y otros aspectos con criterios favorables a los afectados.

Ahora es el turno del BBVA. El Supremo también se inclina por inadmitir un recurso interpuesto por el banco. Habrá que ver su estrategia.