La «ruinosa» operación de la nueva sede de la DYA en Garellano
Los actuales gestores han denunciado al juez que se les ocultó el acuerdo para alquilar el local: 12.000 euros al mes sin posibilidad de compra
En la primavera de 2021 se estrenó la nueva sede central de la DYA en los bajos de la plaza Garellano, junto a la estación ... de Termibus. A simple vista, parecía un movimiento normal. El nuevo local era más grande -casi 900 metros cuadrados-, moderno y diáfano que la sede de Alameda San Mamés que ocupaba desde 1985. Lo que la nueva dirección de la entidad asistencial desconocía era la letra pequeña de la «ruinosa» transacción.
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Según las fuentes consultadas por EL CORREO, esta operación forma parte del abanico de irregularidades que los nuevos gestores de la DYA han puesto en conocimiento del juez para que sea examinada. El asunto comienza entre 2016 y 2017, cuando el exdirector de Emergencias del Gobierno vasco ocupaba el puesto de presidente de la DYA. Fue entonces cuando la familia de un conocido constructor de Galdakao compró este local, que entonces se encontraba en plena construcción. Izagirre, líder del PNV en esta misma localidad vizcaína, llegó a un acuerdo con el empresario para alquilar la instalación, que está a nombre de una firma creada ese mismo año.
Izagirre alcanzó un acuerdo de alquiler para 25 años con un conocido constructor de Galdakao
Pacto
Las condiciones eran las siguientes: un contrato a 25 años, con una renta mensual de unos 12.000 euros, sin derecho a compra y con una cláusula que obliga al inquilino a permanecer ahí todo el tiempo estipulado en el contrato. En caso de incumplimiento, estará obligado a abonar los 25 años de alquiler.
La operación tenía otra peculiaridad. En ese momento, el local estaba vacío. Necesitaba una profunda reforma, que se encargó a otro conocido empresario vizcaíno. Costó casi 1 millón de euros, que también abonó la DYA. La entidad también debe correr con el resto de gastos.
Estas condiciones no fueron descubiertas por los nuevos gestores de la entidad hasta que Izagirre se marchó al Gobierno vasco y ellos realizaron una auditoría de las cuentas. Fuentes judiciales aseguran que en la querella también se afirma que este acuerdo se ocultó a la asamblea y que todos pensaban que se trataba de una compra, no de un alquiler.
La DYA tuvo que pagar 1 millón para habilitar el local y si rompe el pacto deberá abonar los 25 años
espacio vacío
Local propio en Indautxu
Además, también se apunta que el alquiler de una lonja de similares características «en esa misma zona puede rondar los 7.000 euros». Es decir, una cantidad mucho menor de lo que está pagando una organización que ya tenía en propiedad un amplio local en el barrio de Indautxu, en pleno centro de Bilbao, y que ahora está prácticamente vacío. Esta operación -insiste la nueva dirección al juzgado- forma parte de las supuestas irregularidades que han llevado a la DYA a una delicada situación económica.
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