«Viendo que seguimos sin monitores, no nos queda otra que cambiar de gimnasio»

«Mi mujer y yo, con más de 70 años, hemos aguantado sin hacer deporte con la esperanza de poder retomar las actividades en septiembre, pero viendo que continuamos sin monitores, no nos queda otra que cambiarnos de gimnasio. La inactividad es muy mala y nos está pasando factura a nuestra salud», siente el durangués Ángel Rodríguez. Y es que tras casi siete meses de la huelga que iniciaron los monitores del polideportivo de Durango, el malestar de la ciudadanía por el enquistamiento del conflicto va en aumento, y más con la llegada de septiembre y el nuevo curso.

Ángel y su mujer, Puri, llevan casi un lustro asistiendo dos veces por semana a una de las clases dirigidas que se imparten en el polideportivo durangués. Pero su rutina se vio interrumpida el pasado 13 de febrero, como la de muchos otros usuarios, cuando el personal subcontratado de Durango Kirolak emprendió una huelga indefinida y se suspendieron las clases de zumba, pilates o spinning, entre otras.

Aunque gran parte de las quejas recibidas van ligadas directamente con usuarios de la tercera edad, que insisten sentirse «impotentes» por no poder remediar esta situación con la llegada del nuevo curso, el abanico de afectados es muy amplio. «Solía asistir a clases de spinning, pero cuando empezó la huelga cambié las clases por hacer bicicleta por mi cuenta en la sala fitness, y no es lo mismo. He esperado hasta septiembre y me da mucha pena, pero me voy a tener que cambiar de gimnasio», cuenta por otro lado, Ane Alonso. Esta joven explica a EL CORREO que antes de tomar esta decisión ha buceado en la página web de Durango Kirolak en busca de alguna alternativa, «pero no hay nada de información. Solamente sale la opción de apuntarse a las diferentes actividades de agua, padel y rocódromo. Las que están exentas a la huelga», agrega.

Asimismo, ha optado por llamar por teléfono directamente al polideportivo, donde le han indicado que «no hay información de los cursos en la web porque los monitores continúan de huelga y no hay una fecha para su regreso». Eso sí, le han asegurado que «de tener avances, las comunicaremos inmediatamente».

Y es que la preocupación por la posible fuga de usuarios del polideportivo Landako de Durango llevó al Ayuntamiento a mover ficha el pasado mes de julio. Elaboraron para ello una propuesta que «ampliaba» y «reforzaba» la oferta deportiva que se ofrece en las instalaciones municipales en la actualidad a fin de poner punto y final a la huelga. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para los huelguistas, que decidieron continuar con las movilizaciones «por la falta de garantías» de que estas nuevas condiciones pudieran prorrogarse en 2024. Según ha podido saber este periódico, los trabajadores celebrarán una nueva asamblea el próximo miércoles, día 6, y su intención es convocar sendas reuniones con las empresas y el propio consistorio para poder retomar su actividad.

Temas

• Durango