«Me fui a Nueva York para vivir el sueño americano con la crisis económica»
El director Aitor Mendilibar descubrió su pasión por las cámaras cuando realizó un curso de producción audiovisual a los 26 años
Quién le iba a decir al informático Aitor Mendilibar, de 39 años y vecino de Durango, que un curso de producción audiovisual le cambiaría la vida. Hasta el punto de decidir dejar todo atrás, cruzar el océano Atlántico y pasar ocho años trabajando y cursando cine documental en Nueva York. Y ya recoge sus frutos. Ha recibido en Lekeitio la distinción a mejor director, con un premio de 1.600 euros, del festival audiovisual Euskal Zine Bilera junto a Jon Aramendi por el cortometraje 'Habana Glass'. Es la segunda vez que logra este galardón tras ganarlo en 2020 con la producción 'Irten Barrura'.
«Es un cortometraje que trata la historia de un chaval que en el año 1985 es testigo de un suceso y escapa a otro lugar no identificable en el que intenta hacer frente a la pesadilla y los recuerdos de aquel acontecimiento que le vienen a la cabeza. Hemos rodado en bastantes sitios: en el desierto de los Monegros, Lekeitio, Bergara, en Navarra (cerca de Los Arcos) y en Miranda de Ebro. Ha sido una aventura de dos años y medio después de que Jon Aramendi me vino con la propuesta y con la historia que tenía en mente en invierno de 2021 y empezamos a rodar, completamos el guion y a hablar con actores y equipo técnico», confiesa Aitor Mendilibar.
«Me entusiasmé mucho«
La pasión por el arte documental de este informático nació cuando realizó un curso de producción audiovisual en Vitoria, en el Instituto Mendizabala. Y hace más de una década se desplazó a Estados Unidos para realizar un curso especializado de un año en la New York Film Academy. «Después de dar unas vueltas en la vida, el sector audiovisual siempre me había gustado desde que era joven y la fotografía más, sobre todo la no preparada, cuando vas con la cámara capturando momentos, sin dar tanta importancia a la preparación. El documental es lo que más me motivó para hacer cine, pero me interesa también la ficción. Además, toqué en bandas de música. Llegó un momento en el que con 26 años me planteé realizar ese curso en Vitoria. Fueron dos años, con muy buenas notas, me entusiasmé mucho y vi que podría dedicarme a esto», recalca.
Una de sus profesoras le comentó la posibilidad de salir de Euskadi y realizar algunas prácticas. «Estábamos saliendo de la crisis económica y no había mucho trabajo y me trasladé para vivir el sueño americano. Nueva York me gustó, cómo se trabajaba, pensé que podía aprender mucho», señala.
Y llegó el momento de su primera producción. «Yo soy director de fotografía, trabajo en películas y series, en publicidad… Me puse a dirigir cortometrajes y el primero que realicé fue en 2017 cuando vivía en Nueva York. Se llamaba 'Limit' y estuvimos en festivales de Estados Unidos y Europa, concretamente en el Festival de Cortometrajes de Alicante. He seguido manteniendo el contacto con la ciudad neoyorquina, donde guardo muchas amistades. El año pasado vine a hacer un proyecto corto y recientemente, también he ido a rodar una película 'indie' de terror independiente durante un mes con un director con el que ya había trabajado en otras dos producciones anteriormente.
Precisamente, ha querido trasladar el género americano del 'road movie' al País Vasco. «Es algo que no se ve mucho aquí. Hemos ido sin prisa, haciendo como excursiones los fines de semana y grabando poco a poco», analiza. Además de los documentales, también se declara fan de la 'Street photography'. «Es la fotografía no preparada, vas con la cámara y capturando momentos sin dar tanta importancia a la preparación, es más el momento. El documental es lo que más me motivó para hacer cine, pero me interesa también la ficción. Es un poco equilibrio de todo y también me gusta la publicidad», recalca este técnico de telecomunicaciones, que dio un giro a su vida cuando en la empresa en la que trabajaba detuvo su actividad por la crisis económica.
