El Museo de Durango acoge un recorrido sobre la montaña y el entorno natural
La muestra de la artista visual Ros Boisier aborda un diálogo entre territorios como La Araucanía (Chile), Bizkaia y Asturias hasta el 16 de noviembre
El Museo de Arte e Historia de Durango abre sus puertas hoy a una nueva propuesta expositiva de gran profundidad conceptual 'Goren sakona / Lo elevado profundo', obra de la artista visual chilena Ros Boisier.
La muestra, comisariada por Leo Simoes y con diseño sonoro de Carlos Ojeda, invita a la ciudadanía a reflexionar sobre la representación de la montaña y su simbolismo a lo largo del tiempo. A través de un enfoque que entrelaza archivo histórico y creación contemporánea, la exposición revisa arquetipos profundamente arraigados en la tradición visual occidental, cuestionando así la forma en que culturalmente percibimos el paisaje montañoso.
En este proyecto, Boisier propone una lectura abierta y plural del entorno natural, estableciendo un diálogo entre territorios como La Araucanía (Chile), Bizkaia y Asturias, lugares todos ellos con un vínculo personal o artístico con la autora. Temas como la ascensión, el silencio, la quietud, el error o el testimonio atraviesan la muestra y abren múltiples capas de interpretación.
Uno de los aspectos más destacados de «Goren sakona / Lo elevado profundo» es la combinación de imágenes propias de la artista con materiales procedentes de fondos documentales como los de Gerediaga Elkartea (Durango) y la Fototeca del Muséu del Pueblu d'Asturies (Gijón). Esta selección cuidadosa de fotografías crea un puente narrativo entre el pasado y el presente, tejiendo una propuesta visual cargada de memoria, identidad y reflexión.
«El proyecto de Ros muestra que el arte no es sólo creación, sino que es un instrumento para crear un contexto y construir nuevos entendimientos. El trabajo realizado por Ros Boisier entronca con el rumbo de las políticas culturales de Durango: aportar miradas globales desde el punto de vista local y hacer de nuestras instituciones públicas un espacio de diálogo artístico y social. Teje los hilos entre pasado, presente y futuro, y refleja el dinamismo y apertura cultural que se vive en la localidad», subrayó la concejala de Cultura y presidenta de Astarloa Kulturgintza, Paule Sánchez.