La Mancomunidad tirará de voluntarios para prevenir la soledad de los mayores

La encuesta ha sido realizada a un total de 143 personas de manera anónima para analizar sus vivencias durante la crisis sanitaria. En su mayoría han sido mujeres residentes en Abadiño y Elorrio y su media de edad se ha estimado en 76 años. Relevante ha sido que la mayoría asegura haber sentido preocupación, tristeza y miedo durante este último año. Un 21,37% admite sentirse en soledad,

Según el cuestionario sí que existió un contacto regular con la familia durante esos meses. Sin embargo, dichas relaciones fueron a través del teléfono en el 62,74% de los casos. El contacto con las amistades y entorno social fue inferior. En el caso de los mayores de 80 años la soledad vino de la mano de una mayor dificultad para utilizar de manera habitual nuevas tecnologías como whatsapp o redes sociales, que han sido claves en esta pandemia para mantener un contacto habitual con los familiares.

Esta fotografía ha orientado a la Mancomunidad a impulsar un programa de voluntariado que dé soporte telefónico a los colectivos más vulnerables e impulse unas 'comunidades amigables' que fomenten relaciones vecinales positivas. Por su parte, para combatir la brecha digital en las personas mayores de 80 años proponen una formación continuada en redes sociales y aplicaciones de telefonía, así como programas intergeneracionales para fomentar las relaciones con personas más jóvenes.

La encuesta también valora de manera muy positiva el servicio de acompañamiento y seguimiento telefónico o presencial en el domicilio de personas mayores que viven solas. Para el organismo supramunicipal, es una manera de conocer las «necesidades reales y poder así prestarles apoyo», y por ello apuestan por dar continuidad a este servicio.

La situación pandémica ha permitido ver que es posible llevar a cabo actividades como cursos de estimulación de la memoria o actividades físicas en casa, tal y como ha venido desarrollando la Mancomunidad. Sin embargo, los usuarios ven necesario retomar los programas presenciales en grupos reducidos y más actividades al aire libre, y para el grupo de mayores de 80 años, servicio de comedor, atención a domicilio o ayuda para salir a pasear. En este sentido, el Servicio de Personas Mayores adelantó su compromiso de retomar sus actividades presenciales con grupos reducidos. «Se crearán grupos de discusión con personas mayores y responsables del tejido asociativo, para detectar nuevas necesidades que puedan ir surgiendo», han asegurado.

La huella psicológica que ha dejado la pandemia en este colectivo es otro de los retos, visto además desde una perspectiva de género. El motivo es que la mayoría de las personas que han asegurado haber experimentado la soledad han sido mujeres. De ahí la apuesta de llevar a cabo una intervención psicosocial para prevenir este problema abordando la cuestión de género. Según explicaron «la persistencia de la pandemia requerirá intervenciones enfocadas a gestionar emociones negativas y prevención de la depresión».

Esta radiografía, aunque admiten que carece de valor estadístico, es no obstante una guía de referencia para «dar voz directa» al colectivo de personas mayores de Durangaldea. «La prevención de la soledad, la reducción de la brecha digital, recuperar las actividades presenciales y mejorar la red de apoyos, sobre todo a mayores de 80 años, son áreas clave para mejorar su calidad de vida», han explicado.