«Inculco a mis alumnos que aprovechen sus recursos para mejorar la vida de los demás»

La noticia le ha pillado disfrutando de sus vacaciones de verano en Girona junto a su pareja, Ane, y su hijo, Peio. Egoitz Etxeandia, vecino de Amorebieta y profesor de Lauaxeta desde hace más de un lustro, ha sido galardonado con el premio al Docente Emprendedor del año por la Fundación Junior Achievment. «Una absoluta sorpresa, no me lo esperaba para nada. Cuando recibí el email casi ni me lo creía de la emoción», reconocía ayer a este periódico. No sabe quién le nominó para optar por el premio, pero lo que tiene claro es que, además de ganar el premio nacional, se ha perfilado como finalista a nivel europeo. «Eso ya son palabras mayores, soy consciente de que hay gente muy potente. Me conformo con lo logrado, ser el mejor de España no es poco», señala.

A sus 35 años no ha parado de viajar, estudiar, aprender, y sobre todo, de crear y dedicarse a los demás. Es graduado en ADE (Administración y Dirección de Empresas), realizó un máster en negocios internacionales en la Universidad de Reno. De ahí pasó a trabajar en la cámara de comercio de Ecuador, donde escuchó hablar por primera vez del proyecto 'Teach for all', que en castellano significa 'Enseñanza para todos'. «Me pareció una iniciativa bonita que está enfocada en expandir las oportunidades educativas a todo el mundo, así como a gente migrante o sin recursos», explica.

Tras realizar un máster en formación del profesorado, en economía, ejerció de profesor de Matemáticas en el IES Martin de Bertendona de Bilbao, donde permaneció dos años. La casualidad hizo que Lauaxeta, ikastola donde estudió, le pidiera formar parte de su plantilla. Egoitz cumplirá en septiembre seis años como profesor en el centro. Imparte clases de economía, business y matemática en primero y segundo de bachiller. Pero su trabajo va más allá de unas simples lecciones en el aula. De hecho, el galardón concedido por la Dirección General de Digitalización e Inteligencia Artificial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y la Fundación Junior Achievment se debe a la creación de «oportunidades para sus alumnos y motivarles a afrontar nuevos retos a través del programa 'miniempresas'».

Esta dinámica ha permitido a los estudiantes de Etxeandia vivir una experiencia única sobre la toma de decisiones a través de la creación, organización y gestión de su propia empresa. Han realizado proyectos implicados en la economía circular como la creación de mobiliario-retro con latas y botellas, así como jabones artesanos con aceite reutilizable de Lauaxeta. «A mis alumnos les inculco que aprovechen sus recursos para mejorar la calidad de vida de los demás», matiza.

También aprovecharon mascarillas para diseñar bolsas de compra, que bautizaron como Mask Bags, con el objetivo de que impactaran a la sociedad, mientras se daba una segunda vida a algo que tan de moda ha puesto la pandemia. Para reutilizarlas, el alumnado contó con ayuda de Osakidetza y el IMQ, que establecieron un protocolo de desinfección.

Pero el proyecto que ha logrado hacerse con el premio al mejor proyecto de la competición nacional de miniempresas ha sido 'Sleep Tile' -azulejo del sueño-. Etxeandia propuso a su alumnado un proyecto que había desarrollado en pleno confinamiento. Según cuenta, su hijo Peio era incapaz de dormirse sin el traqueteo de las baldosas con relieve que se encuentran junto a los pasos de cebra. Un día bajó a hacer la compra y tomó las medidas para crear réplicas con su impresora 3D. Las puso en diferentes rincones de su casa, y «mano de santo», consiguió dormir al bebé. «Propuse la idea a mis alumnos y ellos realizaron el proyecto», aclara.

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