Gerediaga agradece a Lázaro Milikua sus 41 años al frente del concurso de perros

Milikua arrancó su andadura en esta competición en 1978. El certamen celebraba su decimosegunda edición y por aquel entonces, que era itinerante en la comarca, recaló en Atxondo, municipio que suma ya doce ediciones consecutivas dada la idoneidad de las campas de Elizalde, en Axpe. «La mejor ubicación posiblemente del mundo para un concurso de este tipo», advierte el agsajado. La destreza de los perros y su simbiosis con el pastor embrujaron a este administrativo que ese mismo año decidió asociarse también a Euskal Artzain Txakurraren Elkartea, organizadora del concurso Internacional de Perros de Pastor en Oñati, cita a la que acude el ganador de Euskal Herria.

El que ejerciera de secretario en los ayuntamientos de Berriz y Garai, siempre se sintió atraído por el mundo del pastoreo. «Mis padres y luego mi hermano tuvieron ovejas y aunque yo me encaminé de manera laboral por otro camino, siempre he sentido una gran atracción por este mundo», admite. Eso, unido a su militancia a la asociación que promueve la cultura vasca en la comarca como es Gerediaga, de la que fue uno de sus fundadores, le alentó a volcarse por mantener el campeonato de perros en el Duranguesado.

En busca de patrocinador

El campeonato se enfrenta ahora al tedioso trabajo de buscar patrocinador después de que Gerediaga haya decido que este ha sido el último año que lo organiza. Milikua, no obstante, aseguró que, en la medida de sus posibilidades, trabajará para que «la cita se mantenga en Atxondo o en el Duranguesado, porque después de más de 50 años de andadura sería una pena que se perdiera». Y pese a este revés, seguirá en la organización del certamen.

Aunque el mundo del pastoreo no atraviesa sus mejores momentos, el nivel técnico de los participantes a la cita ha ido en aumento, al igual que la asistencia de espectadores. La participación vizcaína ha vuelto a ser la más numerosa. El campeonato de Bizkaia reunió a 13 concursantes, uno más que en Iparralde, y cinco por encima de Álava, Gipuzkoa y Navarra.

A Bizkaia se le fue entre los dedos la txapela del sábado que recaló en Iparralde. El único representante vizcaíno Enrique Mendiguren llegaba a la cita habiéndose coronado campeón y subcampeón con dos perros distintos. Era la primera vez que el de Orozko lo lograba y curiosamente el sábado no fue el único en hacerlo ya que el navarro Alustiza también competía con dos canes. Los nervios traicionaron al vizcaíno en la trama final. «Las tenía metidas en el redil y apreté demasiado», admitía.