Una década prodigiosa sobre el escenario

«En Abadiño había un caldo cultural escénico», asegura Rafa Herce, uno de los fundadores del grupo de teatro aficionado Banarte hace una década. Pero el embrión se remonta a 2005. Ese año se impulso desde el Ayuntamiento la creación de Anboto Azpiko Damak con el ánimo de fomentar la igualdad entre las mujeres y los hombres. Dentro de este grupo surgió Casa de Muñecas, colectivo de teatro dirigido por Patxi Hermoso. Al cabo de dos años, esa organización se rompió, pero varios de sus componentes optaron por reunirse en el bar Basoa con el objeto de seguir haciendo teatro. «Así decidimos crear Banarte», indica.

La actividad creativa comenzó con 'El desfloro de Banarte'. «Espectáculo que compaginaba monólogos con una escenografía que llenaba todos los bares, un espectáculo que ha estado en cartel hasta septiembre», relata satisfecho Rafa Herce. Pero la cosa no quedó ahí, su trabajo continuó con obras como 'Vuelve, bigotillo, vuelve', 'Abuelita de Batman', 'Guernica 1913' y 'Dudas razonables', todavía en cartel porque «está funcionando muy bien».

La intensa década teatral se ha visto recompensada con una serie de premios. 'Guernica 1913' ha acaparado el mayor número de ellos. «Ha supuesto un hito a lo que era nuestra historia», señala Herce, autor de esta obra. Se estrenó en Gernika cuando se conmemoraba el centenario de los hechos que se narran en la obra y cerraron su gira en las jornadas de Teatro de Eibar. El montaje, que fue representado en más de una treintena de escenarios, fue galardonado con el Gran Premio de España de Teatro Contemporáneo 2013. Se escenificó también en Granada representando a España en el VIII Encuentro Internacional de Teatro del Mediterráneo. «A pesar de los galardones, mi mayor satisfacción es el haber llenado con 'Guernica 1913' el Teatro Borja de Valladolid, mientras se jugaba un partido entre el Real Madrid y el Barcelona», apunta.

El recorrido de la compañía no ha sido un camino de rosas, ya que cada miembro tiene que cuadrar sus agendas para poder ensayar e incluso actuar. Además, «no cobramos dinero de nadie, Banarte es un pequeño grupo de aficionados sin ánimo de lucro, algo que nos limita a la hora de encontrar sitios donde actuar», detalla Herce.

Sin tiempo para celebrarlo

Esta circunstancia no les impide «trabajar con la mayor seriedad posible, con la filosofía de una compañía profesional», matiza su fundador. Este buen hacer que les caracteriza es el que les ha llevado a alcanzar «una posición en el mundo cultural que no es sencilla cuando se hace como nosotros, siendo una organización de gente que le gusta el teatro y utiliza los medios que tiene».

Banarte, sin embargo, si cuenta con un local de ensayos que les presta el Ayuntamiento, quien también pone a su disposición la sala de teatro en Errota Kultur Etxea. Allí sigue ofreciendo talleres y cursos de formación tanto a profesionales como a aficionados al teatro y a personas curiosas que quieren subirse a un escenario. El Consistorio también les respalda a la hora de tomar parte en intercambios con otros colectivos, «lo que nos facilita algo a la hora de viajar».

Para celebrar su primera década de actividad, tenía varios proyectos en mente. «En un principio íbamos a hacer una exposición con escenografías de diferentes obras, pero por problemas burocráticos no ha podido ser», detalla. Tampoco disponen de tiempo para «montar una representación con lo mejor de cada obra, así que ya lo celebraremos en el 25 aniversario», comenta entre risas.