La barra de la txosna de Geu Be se abre a otros colectivos que trabajan la discapacidad

Una colaboración que mantiene la presencia de los jóvenes que forman parte de Geu Be, que de siete de la tarde a diez de la noche se encargan de atender la barra con mucho gusto. «Es una tarea que esperan durante todo el año y les encanta», señala José Alfaro, coordinador del colectivo.

La pasada semana le llegó el turno a Bubulun, que trabaja en este ámbito en programas de cooperación de Guatemala y Nicaragua. Ayer por la tarde le tocó servir a la asociación síndrome de Angelman, que integra a familias con algún miembro afectado por esta enfermedad de las denominadas 'raras' que genera un retraso cognitivo, ausencia del habla, ataques epilépticos, problemas de sueño o retraso psicomotor. En la comarca del Duranguesado dos menores cuentan con este diagnóstico.

En la jornada de hoy la barra de Kurutziaga se destinará a los voluntarios del colectivo Río de Oro, que se encarga de organizar la acogida durante el vereno de menores saharauis que sufren algún tipo de discapacidad.