Los alumnos del colegio San Antonio Ikastetxea, con el mercadillo de comercio justo. J.G.L

Alumnos de Durango conciencian sobre la importancia del comercio justo

Estudiantes de tercer curso de la ESO del colegio San Antonio Ikastetxea organizan un mercadillo solidario y analizan qué valores tenemos en cuenta a la hora de comprar los alimentos

Jueves, 12 de diciembre 2024

Una iniciativa solidaria de comercio justo para sensibilizar y crear conciencia sobre lo que consumimos. Alumnos del colegio San Antonio Ikastetxea de Durango organizan un ... mercadillo en la entrada del centro escolar con productos variados como chocolate, galletas, panela, café, cacao, yuca o mermelada.

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«Es una iniciativa que lleva 25 años. Trabajamos con la asociación Kidenda - un proyecto de comercio justo, promovido por Alboan, Caritas Bizkaia y Misiones de Bilbao- y aprovechando el consumo navideño y prenavideño, el objetivo es sensibilizar, crear conciencia y ver qué valores o principios tenemos en cuenta a la hora de comprar», explica la profesora Mertxe Sagastizabal.

Medio centenar de alumnos de tercero de la ESO tomaron conciencia en una sesión en el aula sobre lo que supone una cadena de producción y de consumo y cuáles son los agentes que hay en el proceso. «A raíz de esa sensibilización, pensaron en un proyecto para mejorar la situación de los productores, propusieron diferentes iniciativas y se organizan en grupos de trabajo: unos organizan la tienda, otros se encargan del pedido de productos. Este año, al hilo de esta novedad, un grupo de estudiantes organizarán un torneo solidario de fútbol y baloncesto con una inscripción. Además, también organizarán una chocolatada», explica la responsable.

«Todo el dinero recaudado irá destinado a CÁritas, que cubrirá las necesidades de las personas de Durango y resto de la comarca. Este año, puede que parte de lo recaudado destinen a los afectados por la DANA de Valencia», subraya Mertxe.

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Los vecinos podrán también comprar productos como turrones, zumos y hasta doce tipos diferentes de chocolate (con un precio entre dos y tres euros) en horario de 10.45 a 14.00 horas por la mañana. Por la tarde, estarán también en el edificio de Educación Primaria en la calle San Francisco, de 16.30 a 17.30 horas. Además, también hay piruletas con azúcar de comercio justo por 15 céntimos.

«Realizamos una valoración muy positiva y hay que resaltar la importancia de comprar un producto local y cuidar lo ecológico. Muchos vecinos se acercan y muestran interés y más cuando ven a gente joven que les explican acerca de los productos», explican desde el centro.

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Tres de los alumnos que forman parte de la iniciativa son Maite Zorrilla, Elaia Valera, Iker Huertas. «Siempre hemos visto desde pequeños la organización de esta actividad y este año, nos tocaba a nosotros. Hemos preparado este proyecto en la asignatura de religión y en otras asignaturas», subrayan antes de recalcar que explican a los consumidores la importancia de tener un precio justo. «Nos preguntan mucho para qué es esta iniciativa y la procedencia de los productos…Lo que más vendemos es chocolate, miel y azúcar moreno», prosiguen.

Los estudiantes Ander Barrenetxea y June Díaz de Rada, de cuarto de la ESO, ayudaban a sus compañeros, tras organizarlo el año pasado. «Es bastante bonito ver cómo la gente se anima a comprar. Les gustaba mucho y estábamos haciendo algo bueno. A veces, nos olvidamos un poco de los productores y es importante acordarse de ellos. Estuvimos explicándoles a nuestros compañeros de tercero cómo realizar la iniciativa, en esa parte de explicar y concienciar a los demás», resumían dentro de un proyecto que busca involucrar a los estudiantes en esta alternativa de consumo y todos sus beneficios.

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«Es un movimiento social global que promueve otro tipo de comercio, uno basado en el diálogo, la transparencia, el respeto y la equidad. Contribuye al desarrollo sostenible de las comunidades ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos humanos a las personas productoras más desfavorecidas. Garantiza el trabajo y el salario digno, el respeto al medio ambiente y la no explotación infantil», explican desde la asociación Kidenda.

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