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La nueva fase de la reforma ha comenzado este miércoles. Ignacio Pérez

Dos grúas gigantes para colocar el armazón del nuevo Bellas Artes

El museo arranca las obras para instalar la infraestructura sobre la que se asentará la ampliación

Miércoles, 24 de abril 2024, 16:02

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La ampliación del Bellas Artes ha entrado este miércoles en una nueva fase para instalar el armazón de la nueva planta, que se colocará en altura sobre el edificio actual. Las obras se llevan a cabo con la ayuda de dos grúas gigantes, en un dispositivo espectacular, que se encargan de colocar la infraestructura, que se soporta sobre seis pilares con forma de 'V'.

La nueva planta hará ganar a la pinacoteca 2.000 metros cuadrados para exposiciones y, sobre todo, transformará su fisonomía y la del entorno con una apuesta modernista que lleva el sello de Norman Foster. La celosía que ya empieza a ser visible tendrá una forma «parrillada».

Se trata de una idea con la que Foster y su colega alavés Luis María Uriarte, autor de la primera ampliación, quieren rememorar el pasado industrial de Bilbao y estructuras icónicas de Bizkaia como el Puente Colgante. Sobre ella se ubicará la primera planta del nuevo edificio, que albergará la zona de servicios. Encima se instalará otra celosía sobre la que quedará asentada ya la nueva zona expositiva que incluye la terraza.

Este espacio superior constará de 700 metros cuadrados. El bloque sobrevolará los otros dos, inaugurados en 1945 y 1970 respectivamente, sin tocarlos. No habrá contacto, pero la reforma supondrá una revolución para el resto de la pinacoteca y el entorno. Bajo la nueva planta la actual Plaza Arriaga quedará reconvertida en un vestíbulo acristalado, por el que se podrá pasear libremente, creado en torno a la escultura de Durrio que homenajea al compositor bilbaíno.

Etapa «crítica»

Esta segunda etapa es además la más «crítica» de todo el proyecto de ampliación. Empieza el proceso para ensamblar 15.000 piezas de acero. Una unión «milimétrica» que ya ha sido recreada a escala real gracias a un programa informático. La primera celosía tiene un peso de 270 toneladas, la segunda un poco menos aunque su ejecución llevará más tiempo porque deberá ajustarse manualmente en función de la meteorología de esos días. Las piezas se dilatan más o menos en función del calor. Todo eso en un entorno angosto, rodeado de edificios, y mientras el museo sigue abierto al público. No cerrará en ningún momento.

Los tirantes exteriores, tres a cada lado, tienen una longitud de 11,5 metros y pesan 170 toneladas cada uno. Serán el único punto de sujeción que tendrá el nuevo edificio, lo que permitirá contar con una gran sala diáfana capaz de acoger «cualquier tipo de exposición que pueda hacerse en el mundo», aseguró el pasado 19 de enero el director del Bellas Artes, Miguel Zugaza. Aquel día se dio el pistoletazo de salida oficial a las obras de ampliación al quedar erguida la primera 'V'. El objetivo final es poder inaugurar el nuevo espacio durante la primavera de 2025. Casi 45 millones van a invertir en el proyecto el Gobierno vasco, la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao.

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