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La pobreza en Bizkaia no tiene un único perfil, pero si uno destaca en los últimos años es el de las mujeres con hijos a su cargo. Cáritas atendió el pasado año en el territorio a 10.978 personas y casi dos de cada diez ( ... 1.890) formaban parte de una familia monoparental, «principalmente encabezadas por una mujer». Estos datos, provisionales hasta la presentación del balance completo en marzo, los ha dado a conocer este jueves la entidad diocesana en el marco de una visita del lehendakari, Imanol Pradales; la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa; y el obispo, Joseba Segura, a las instalaciones de Hargindegi.
Este centro, que abrió sus puertas en 1992 en pleno corazón de San Francisco, en la plaza de la Cantera, destaca por «su diversidad de orígenes», ha explicado Bego Martínez, que presta acompañamiento a los usuarios -300 familias-, de «casi 50 nacionalidades diferentes». Y por acoger a este perfil de mujer con hijos. «En torno al 75% de las participantes son mujeres, muchas de ellas a cargo de menores», ha detallado. De ahí que, en el marco de la visita, hayan accedido al txikileku, un espacio destinado a que «estas mujeres puedan conciliar sus procesos con el cuidado de sus bebés».
Esta realidad, ha advertido la organización social, que colabora de forma habitual con el Gobierno vasco en diferentes programas, supone un «riesgo de transmisión intergeneracional de la pobreza, ya que crecer en condiciones de riesgo de exclusión social aumenta las posibilidades de sufrirlas en la edad adulta».
En estas instalaciones ofrecen actividades que «ponen en valor el vínculo que se genera en el grupo»; acciones orientadas a que los usuarios tengan contacto con el mundo laboral; y «apoyo para aprendizaje del castellano». El lehendakari ha asegurado que, según los últimos datos, «aproximadamente el 5,6% de la población de Euskadi está en pobreza severa», una realidad que es necesario afrontar para «atajar esas situaciones de fragilidad» porque «la pobreza no puede cronificarse».
«Estamos conviviendo con personas que no pueden hacer frente a un gasto imprevisto como comprar una lavadora cuando se estropea, comer carne, pollo o pescado dos veces por semana, irse una semana de vacaciones fuera y que no tienen internet. Esto es la pobreza», ha insistido Pradales, que ha destacado el «trabajo, implicación y compromiso» de Cáritas.
El obispo Segura, por su parte, ha recordado que, aunque en la actualidad la «responsabilidad fundamental» es de las administraciones públicas, la entidad diocesana quiere «seguir ahí, trabajando desde nuestra dedicación». Y también, en un momento en el que «la gente subraya sobre todo sus derechos», ellos centran su «preocupación», así como su «interés y hacer» en defender «los derechos de aquellos que no los tienen asegurados».
El centro comunitario Hargindegi, en San Francisco, atiende sobre todo a personas de origen extranjero. Hasta el 90% de sus usuarios son inmigrantes. Y es que, solo en los últimos cinco años, ha puntualizado el lehendakari durante su visita a estas instalaciones de Cáritas Bizkaia, han llegado a Euskadi «70.000 personas procedentes de otros países» buscando «una vida mejor». Imanol Pradales ha subrayado que su gobierno apuesta por una «estrategia» que no solo se centre en la «integración social», sino que facilite la «incorporación» de las personas migrantes al «tejido empresarial» para que puedan «desarrollar a través del empleo y de la vivienda un proyecto de vida completo en Euskadi».
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