Bizkaibus instala mamparas de seguridad en toda la flota por el auge de las agresiones
La Diputación cambia las antiguas pantallas del covid por otras más resistentes tras registrar 5 ataques al mes contra chóferes
Los 346 autobuses que componen la flota de Bizkaibus contarán a partir de ahora con mamparas para garantizar la seguridad de los conductores frente al « ... auge» de agresiones. Después de varios meses de conversaciones con los trabajadores, quienes consideraban que las pantallas podrían dificultar las maniobras de conducción, la decisión está tomada. El nuevo plan de renovación de buses, cuya licitación saldrá en 2026, incorporará la «obligatoriedad» de colocar estos elementos de prevención en todas las unidades. El objetivo es sustituir las antiguas pantallas frente al covid por paneles más resistentes, «homologados en fábrica, no fijos y removibles» que aseguren el bienestar de los chóferes.
La diputada de Transportes, Movilidad y Turismo, Sonia Pérez, ha asegurado este jueves durante una comparecencia en las Juntas Generales celebrada a petición de Elkarrekin Podemos y el PP, que los nuevos autobuses «ya disponen de mamparas» de seguridad y que en el resto se incorporarán a medida que sean renovados. En cualquier caso, fuentes del área matizan que la mayoría de buses ya disponen de este nuevo elemento y que solo queda sustituir las antiguas pantallas por las nuevas en «unos pocos».
La Diputación descarta suprimir el servicio noctuno de Bizkaibus, aunque alude que son las horas «de mayor tensión»
La medida, que «ha sido consensuada» con la Comisión de Seguridad, representada por miembros del Gobierno foral, sindicatos mayoritarios o las diversas empresas que prestan este servicio público, llega después de que los trabajadores convocaran el pasado año un paro inédito de 24 horas para denunciar el auge de agresiones. Ataques que han ido a más estos meses. Según el balance de incidentes que ha hecho público la responsable foral, desde octubre del pasado año se han producido 67 agresiones frente a las 47 de todo el 2024. Son más de cinco al mes. Seis de los ataques fueron físicos y en un 55% de los casos se tuvo que pedir ayuda a la Ertzaintza.
La diputada foral también ha detallado que ocho de cada diez agresiones se cometieron contra los conductores o vigilantes y que en la mayoría de los sucesos, el altercado fue originado por un «comportamiento incívico» o por la advertencia de que el usuario «no disponía del título de viaje». «Después del covid hemos detectado que la gente es más irascible y no podemos aceptar insultos y faltas de respeto hacia los trabajadores», aseguró.
Las pantallas no serán iguales para todos los autobuses, sino que dependerá del modelo de autocar. Después de analizar varios modelos –como las 'cabinas' que usan los autobuses municipales de Madrid– se ha apostado por un modelo intermedio que premie la comodidad de los conductores. El objetivo es que la pantalla no «comprometa la ergonomía ni la visibilidad» de los chóferes. Por ello se han descartado las mamparas cerradas, las cuales podrían a su vez causar una sensación de «claustrofobia o vibraciones» en los conductores. En algunos autocares, las pantallas funcionarán como las ventanillas de los vehículos particulares. El chófer podrá subirlas o bajarlas en función de sus necesidades. En al menos quince autobuses se optará por este modelo de mampara.
Botones del pánico
Por otro lado, la responsable del área señaló que los servicios que se realizan por la noche son los que «computan una mayor tensión», aunque descartó suprimir el servicio nocturno en fiestas, tal y como planteó la propia diputada un un artículo de opinión que publicó EL CORREO el pasado mes. Pérez explicó que «no se trata de quitar un servicio público con el que garantizamos que las personas vuelvan seguras a casa», sino de «pedir civismo» e invitar a «reflexionar sobre lo que está pasando a nivel social».
Junto a las mamparas, la Diputación ya ha terminado de colocar los denominados botones del pánico, que servirán para que los chóferes puedan avisar sobre una emergencia en caso de que fuera necesario. Además, el sistema de vigilancia se verá reforzado el próximo año, cuando la Diputación saque a licitación el nuevo servicio de ayuda.
Los autobuses contarán con cámaras de vigilancia a tiempo real –ahora solo graban– y un puesto de mando que operará durante las 24 horas. Este nuevo sistema de ayuda incorporará «visión artifical» para detectar de forma automática cualquier situación de violencia. Por último, la estrategia foral contra las agresiones también ha mejorado el sonido dentro de los autobuses y ha puesto en marcha un nuevo protocolo contra ataques, que diferencia los diferentes tipos de agresiones y garantiza la atención «psicológica, médica y jurídica inmediata» de los trabajadores.
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