La Diputación anuncia una gran sede junto a La Casilla para centralizar servicios

La diputada general sorprendió a todos con este nuevo proyecto. Soltó la bomba informativa durante su discurso en la tradicional recepción de San Ignacio, un evento que se ha adelantado en los últimos años (el día del patrón de Bizkaia es el 31) y que supone para muchos de los invitados el pistoletazo de salida a sus vacaciones. Es una cita tranquila y protocolaria, en la que no suele haber grandes novedades.

Pero esta vez, Etxanobe cambió el guion. Es cierto que no aportó demasiados detalles pero, a tenor de sus palabras, es un plan que su equipo se toma muy en serio. «La dispersión de oficinas lastra la eficiencia en la gestión», advirtió. Buscar acomodo para los 3.000 funcionarios forales puede desatar una operación inmobiliaria de hondo calado en la ciudad por la necesidad de vender patrimonio para buscar la financiación necesaria.

El anuncio fue inesperado. Sobre todo porque de este tema se había hablado hace un mes en las Juntas Generales como algo todavía muy embrionario y por definir. El pasado 9 de junio, en una comparecencia ante la Cámara vizcaína, el diputado de Administración Pública y Relaciones Institucionales, Ager Izagirre, presentó un informe externo (se había elaborado ya otro en 2018) en el que se señalaba la ineficiencia foral en este campo y «el problema» que supone tener esos 31 edificios (19 en propiedad y el resto en alquiler). Pero Izagirre dio a entender que el proceso para pergeñar la solución sería largo y participativo. De hecho subrayó que la opinión de los expertos guiaría el futuro Plan de Sedes, que empezaría a elaborarse en breve y que estaba abierto a aportaciones.

Este planteamiento incluso complació a un sector de la oposición: «El estudio es un buen punto de partida», dijeron en un debate que fue amable y con un tono constructivo por todas las partes. Nada hacía presagiar entonces que la decisión final llegaría en apenas un mes, en la recepción de San Ignacio.

El citado documento sobre sedes, que fue elaborado por la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC), planteaba cuatro posibilidades: la unión de varios departamentos, la fusión de servicios, el alquiler de una gran sede o la construcción de ese gran espacio del que la Diputación pasaría a ser propietaria (con, al menos, 20.000 metros cuadrados de superficie). La diputada general zanjó el tema con el anuncio de la edificación de un inmueble propio en la abandonada parcela de peritos, que cuenta con una superficie aproximada de 3.500 metros cuadrados.

Sus palabras, además, resonaron en las magnas paredes del Palacio foral en un momento especial, cuando el edificio, símbolo del poder territorial, cumple 125 años. El nuevo proyecto «nos va a permitir optimizar recursos, mejorar la atención a la ciudadanía y disponer de mejores espacios y condiciones de trabajo para las personas que desarrollan su labor aquí», planteó.

La diputada general añadió que la nueva sede ayudará a la institución a «hacer frente a los nuevos retos de futuro» que se aproximan. En ese sentido, se felició porque la Diputación no se encuentra de brazos cruzados, inmóvil, como a veces se le acusa desde la oposición, sino que está tomando «nuevas decisiones» para encarar desafíos. Etxanobe desveló que se han sopesado «varias opciones» y que uno de los factores que le han hecho decantarse por el entorno de La Casilla tiene que ver con el proyecto de revitalización que quiere llevar a cabo el Ayuntamiento. Y este plan, en ese sentido, supone un apoyo e impulso al Consistorio. «Vamos a contribuir a ello», planteó.

«Esta nueva sede -prosiguió- será la referencia de futuro de la institución: más digital, más cercana, con una mejor atención al ciudadano y más adecuada en el gasto de energía y en las condiciones laborales». Por lo demás, no dejó escapar más detalles. No habló de fechas, plazos ni presupuesto. Pero la idea foral pasa, sin duda, por vender muchas de las 19 sedes que tiene en propiedad para hacer caja y financiar la operación. Algunos de estos inmuebles se podrían recalificar como viviendas, hoteles o equipamientos de otro tipo. Será algo que se vaya desmadejando en los próximos meses.

(*) Sedes que la Diputación que en ningún caso formarían del plan de racionalización. Fuente: Diputación Foral de Bizkaia.

Con su anuncio de ayer, Etxanobe recupera una vieja aspiración de la casa. La idea de construir una gran sede fue lanzada en 1998. Desde entonces ha ido y venido en varias ocasiones. Lo último con lo que se había especulado había sido la trasformación del rascacielos del BBVA, pero allí solo se llevó el centro de emprendimiento. El plan más ambicioso fue el lanzado hace 27 años por el entonces diputado general, Josu Bergara. Su equipo avanzó un flamante proyecto en Abandoibarra, con una torre de cristal con firma de arquitecto estrella: César Pelli. Bergara llegó a poner en venta 16 edificios propiedad de la Diputación. Incluso se acudió a varias ferias inmobiliarias internacionales para colocar este patrimonio en el mercado. Sin embargo, su sucesor, el también jeltzale José Luis Bilbao, desestimó el proyecto. Argumentó su rechazo por la falta de financiación y la necesidad de centrarse en políticas sociales. Ese adiós a la francesa abrió la puerta a Iberdrola, que adaptó el diseño del arquitecto argentino para alumbrar su flamante sede, el edificio más alto de Euskadi.

Ahora está por ver la magnitud del proyecto que Etxanobe encargará para el solar de peritos. Una parcela que es propiedad foral desde 2006, cuando se firmó una operación urbanística de calado a tres bandas, con la UPV/EHU, el Ayuntamiento y la propia Diputación para poner en marcha el polo tecnológico universitario en el entorno de San Mamés. El derribo de la vieja escuela se consumó en 2014. La institución foral se hizo con este suelo y cedió al Consistorio el 2% de Zorrozaurre, así como el parking del Instituto Central.