Barazar y Orduña estrenarán el peaje para camiones antes de fin de año

La idea que manejaba la institución foral era activar el canon para camiones a finales de 2022, pero de forma gradual. Y así será. Aunque aún falta por determinar el punto exacto para instalar los arcos de cobro, los primeros en estrenarlo serán los usuarios que circulen por la N-240, que atraviesa el valle de Arratia y el puerto de Barazar, y por la BI-625, que discurre entre Basauri y Llodio y cruza el puerto de Orduña. Las tres carreteras restantes que forman parte de este proyecto tendrán que esperar al próximo curso: la N-636 (alto de Kanpazar), la N-637 (entre Cruces y Erletxes) y el tramo de la A-8 entre Sanfuentes y El Haya, la muga con Cantabria.

La Diputación adjudicó por 50 millones de euros los contratos para instalar los llamados peajes 'free-flow' en cuatro de estos tramos -solo faltaría el de la A-8- que cobran a los conductores a través de un escáner que identifica la matrícula sin necesidad de detener la marcha. Durante la comisión de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Pradales dio cuenta del anteproyecto para la implantación de estos peajes al tráfico pesado de más de 3,5 toneladas, el primer paso para tramitar la norma foral que regulará este sistema de cobro en los citados cinco tramos de la red viaria vizcaína, aprobado en Consejo de Gobierno el pasado 14 de abril.

Un trámite que para ver la luz necesitaba del aval de la Comisión Europea. Y llegó el mes pasado. Este informe aporta unas estimaciones de los importes que tendrán que pagar los usuarios, pero el diputado aseguró en la sesión que las tarifas todavía no están confirmadas y que éstas quedarán fijadas a través de un decreto foral y no en la normativa reguladora que tendrá que pasar por pleno. «No se ha decidido nada sobre precios», subrayó. También señaló que, tras las reuniones mantenidas con representantes del sector del transporte de mercancías en Bizkaia, la instalación de estas nuevas áreas de cobro no supone «un elemento crítico».

Según explicó el titular del área, la institución foral estudiará «posibles descuentos» para establecer tarifas reducidas a los vehículos que menos gases emitan, aunque nada se concretó sobre los requisitos que se tendrán en cuenta. Sin embargo, Eduardo Andrade, representante del Partido Popular, recordó que los vehículos pesados que contaminan poco «suponen un porcentaje mínimo». Pradales, por otro lado, eludió una pregunta formulada por EH Bildu para conocer cómo se gestionará este nuevo sistema de cobro una vez entre en funcionamiento, si a través de la Diputación o con una empresa externa.

La medida, anunciada hace casi un año, busca que los camiones de más de 3,5 toneladas paguen por circular, siguiendo la estela de otros países europeos y cumpliendo una máxima que rige en el viejo continente de que «quien contamina paga», tal y como insistió el diputado. Según las previsiones, unos 4.000 camiones saldrán de las carreteras vizcaínas. Los objetivos son, entre otros, acabar con el colapso que se produce en algunos puntos de la red viaria, hacer eficientes vías de alta capacidad y elevado gasto público hasta ahora infrautilizadas como la Supersur, o reducir los gases contaminantes. «Queremos un modelo de transporte más equilibrado y sostenible. Tenemos la oportunidad de dejar una Bizkaia mejor a nuestros hijos y nietos», afirmó Pradales.