Diego Pérez: «En casa te recibe como si fueras Michael Jackson»
Carmen es una pinscher con la que el actor da largos paseos
OLATZ HERNÁNDEZ
Domingo, 30 de septiembre 2018, 00:38
Siendo niño, a Diego Pérez nunca le gustaron demasiado los perros. «Era más de verlos de lejos. Los tocaba y salía corriendo a lavarme las manos», confiesa. Todo cambió cuando su padre rescató a Kira, una border collie de cuatro años. Hace poco más de un año llegó a su vida Carmen, una pinscher regalo de su cuñada. «Decidimos llamarla así porque era el nombre de mi abuela y de la de mi pareja. Además, nos parecía un nombre gracioso, aunque decirlo en voz alta daba un poco de vergüenza. Luego nos acostumbramos. En el parque oyes a gente llamando a su perro Mateo o Bruno. ¿Por qué no Carmen?».
Su móvil está lleno de fotos de la perrita, con las que podría llenar más de un álbum. También vídeos, en los que se ve al can con apenas unos meses intentando bajar del sofá. Una misión imposible. «Ahora no podría imaginar la vida sin mascota. Ha cambiado mi percepción de los perros y de los animales en general. Tanto, que me he descubierto diciéndole cosas vergonzosas como '¿quién te quiere a ti?'».
«Brinca como una liebre»
A la hora de buscar piso en Bilbao, tuvieron muy en cuenta las preferencias de Carmen: «Cuando vivíamos en Madrid, en Lavapiés, El Retiro estaba muy lejos, como a veinte minutos, y la zona en la que los perros podían estar libres era de arena. A ella le encanta la hierba, sobre todo la hierba alta, donde da brincos como una liebre», dice mientras el animal corretea alegremente por el parque Etxebarria.
Pasear con ella se ha convertido en una de las actividades favoritas de Diego. «Al principio pensaba que me iba a dar pereza, pero te obliga a salir y cuando encuentra a un perro que le gusta y con el que juega es muy gracioso verla. Es como ver la televisión». Eso sí, Carmen suele ser muy exigente a la hora de elegir compañía: «No se suele llevar bien con los demás perros. Los grandes le asustan y les ladra mucho. Los que son pequeños y blancos , en cambio,le encantan», reconoce su dueño.
Con los humanos, sin embargo, se lleva de maravilla y en casa se muestra tranquila y cariñosa. «Cada vez que hay visitas en casa ni la vemos, se va a dormir con el invitado. Es una chaquetera». Uno de sus pasatiempos favoritos es salir a la terraza a ver los perros pasar y «se puede tirar horas. Les ladra como diciendo 'hola, estoy aquí'».
Carmen
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Raza: Pinscher.
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Edad: 2 años.
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Peso: 6 kilos.
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Carácter: Nerviosa y muy cariñosa, sobre todo con las visitas.
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¿Alguna manía? Los perros pequeños y blancos le encantan; con los demás no se suele llevar bien.
Cuando sale a la calle, también parece olvidarse de sus dueños: se transforma y es muy independiente, hasta el extremo de asustar a Diego. «A veces, en el parque, me escondo para que se preocupe un poco y me eche de menos porque se larga corriendo y le da igual donde estés».
El actor reconoce que tener mascota es una gran responsabilidad y condiciona mucho la vida de sus dueños: «Tienes que incluirla en todos tus planes y siempre que sales estás pensando en que está sola en casa. Es como tener un hijo». En cualquier caso, recomienda la experiencia: «Te obliga a tener unos hábitos y te aporta muchísimo. Te quiere de forma incondicional. Además, te planteas muchas cosas. En mi caso, he dejado de comer conejo y cordero y hasta he pensado en hacerme vegetariano».
Ahora que pasa más tiempo en casa, estudiando guiones, le toca adoptar el papel de malo y echarle la bronca de vez en cuando, pero lo bueno siempre compensa cualquier rencilla que pueda haber entre perro y humano. «Cuando vuelves a casa te recibe como si fueras Michael Jackson».