Cientos de personas se echan a la calle en Deusto para dar el pistoletazo de salida al Carnaval

Lo que más se ha visto esta mañana ha sido padres e hijos conjuntados. Domadores de circo con animales, personajes de Harry Potter o Star Wars y la aclamada familia Addams, que, como adelantaba este periódico, es uno de los disfraces estrella de estos carnavales. Se podían contar decenas de Miércoles por entre el tumulto de gente. Una de ellas, Haizea, de 9 años, cuenta entre risas: «Me encantan los disfraces tétricos, así que quise disfrazarme de Miércoles y obligué a mis padres a ir como Morticia y Gómez».

Algunos ya calentaban motores antes de que comenzara el desfile: bailes y cánticos se apoderaron de las calles, también las risas de los más pequeños que se divertían y jugaban mientras esperaban el gran momento. Y así fue, silencio sepulcral y ojos como platos al ver de lejos a los gigantes, que abrieron el desfile. Nadie quería perderse ningún detalle. Una vez que los tuvieron delante, la fiesta volvió y acompañaron a los personajes de casi 4 metros con sus dantzas. «No se pueden resistir a los gigantes, les encantan», cuenta Lourdes Ávila.

Los siguientes en hacerse hueco fueron los grupos con sus disfraces de temáticas. Unos de los más aclamados fueron los fuegos artificiales. Recibieron una gran ovación, los espectadores coincidían en que eran los «más originales». «Primero no sabíamos de qué iban, pero con los silbidos y los movimientos ya supimos qué eran. ¡Molan un montón!» explica June, de 12 años.

Otro de los grupos estrella ha sido el pelotón del Tour de Francia que pasa por Bilbao. No faltaba detalle. El coche que sigue al pelotón, los cámaras, ciclistas, animadores, motoristas, los asistentes con las bolsas de avituallamiento para los corredores... Algunos pequeños no entendían, pero sus padres les explican con humor lo que era: «Eso es lo que ve aita en verano después de comer y se queda dormido». El niños enseguida entendía: «Ah, ya. ¡Los ciclistas!»

Varias asociaciones apostaron por los juegos. Pacman, el Twister, Quién es quién fueron de los más reconocidos por niños y adultos. La multitud de fantasmas de colores recibieron un gran aplauso, pero los círculos rojos, amarillos, azules y verdes sobre el tapete blanco en el que sus jugadores se retuercen tampoco se quedaron atrás. «¡Aita, mira! ¡Ese es el juego que me gusta tanto y al que siempre te gano!», gritó Hugo, de 10 años.