Detectan peces «feminizados» en la ría por efecto de la exposición a químicos
Expertos de AZTI hallan el segundo lenguado intersexual de Euskadi por los plastificantes que libera la población al agua a través de la orina
Cada día estamos expuestos a sustancias químicas que después expulsamos a través de la orina, llegan a ríos y mares y terminan por afectar a ... los vertebrados acuáticos. Son «centinelas» de los impactos adversos que ciertos compuestos pueden tener. Hay más de un millar con efecto disruptor endocrino y los efectos no hay que buscarlos muy lejos: aquí, en plena ría de Bilbao, se ha detectado la feminización de peces relacionada con estas sustancias.
El centro tecnológico Azti halló un lenguado macho que mostraba también ovocitos, células reproductoras femeninas, entre los 30 capturados en la campaña de 2023 en la ría para analizar la bioacumulación de metales y los efectos biológicos de contaminantes en los peces. Se trata del primer caso intersex entre los 175 lenguados capturados y analizados desde desde 2011 en la ría y el segundo registrado en lenguados en Euskadi, ya que el primero se detectó en un macho adulto capturado en Gipuzkoa. La feminización de los peces en estos entornos ya se puso de manifiesto en un estudio previo llevado a cabo en la ría de Bilbao en 2017 y en aguas cercanas a Gernika, Deba y Pasaia, lo que sugiere la presencia de disruptores endocrinos «en toda la costa vasca», según el estudio. Los expertos recomiendan por ello «estar alertas» porque «se sabe» que las poblaciones de peces «que habitan cerca de efluentes de las depuradoras» muestran intersexualidad por los compuestos estrogénicos que ingieren.
Nestor Etxebarria, doctor en Química y profesor en el Departamento de Química Analítica de la UPV/EHU e investigador del PIE de Plentzia, relaciona directamente las alteraciones con los ftalatos porque «son unos de los principales disruptores endocrinos». Son plastificantes que se empezaron a producir en los años 20 del siglo pasado y en grandes cantidades desde los 50, con el nacimiento del PVC, ampliamente utilizados en productos como cables, guantes, pinturas, juguetes, bolsas, zapatos y envoltorios, alimentos, champús o detergentes. Estamos expuestos a ellos de forma permanente por inhalación, absorción dérmica e ingestión.
Por un lado, «nuestro organismo los convierte en un subproducto que excretamos, que es el que analizamos en las aguas residuales». De ahí se filtran al medio acuático y «funcionan como hormonas, así que los peces están continuamente hormonados», relata el experto, que detectó, precisamente, casos de intersexualidad en los mubles, muy utilizados en los estudios porque abundan y son fáciles de pescar, y participó en una investigación publicada en 2020 que cuantificó los ftalatos presentes en las aguas residuales de la depuradora de Galindo y de otras 16 en un total de 13 ciudades.
Estos compuestos también afectan a la salud humana– se han relacionado con afecciones en el desarrollo sexual y la salud reproductiva, entre otras– y las afecciones a los peces utilizados como «centinelas» son indicativas. En el estudio más amplio realizado en España para estimar la exposición de la población identificaron ftalato de monoetilo (MEP), la sustancia hallada en general en concentraciones más altas, especialmente en las ciudades más turísticas, ftalato de mono-n-butilo (MaBP), ftalato de mono-i-butilo (MiBP) además de ftalato de monometilo (MMP) en todas las muestras. Los niveles de estos metabolitos fueron notablemente altos en Bilbao porque se hallaron valores muy superiores que en el resto de aguas residuales, por lo que los autores no descartan la existencia de otras fuentes distintas a la orina para su aparición.
Concentraciones crónicas
Los científicos concluyeron que los índices de ftalatos butilados fueron iguales o superiores a los considerados seguros para los niños en varios entornos urbanos, entre ellos ellos el de Bilbao, y que podrían además estar subestimados. Según Etxebarria, no se encontraron concentraciones letales de ftalatos en general pero sí «crónicas». Sus consecuencias «se pueden intuir, pero no precisar, porque no hay estudios suficientes y porque se pondrán de manifiesto en 20 años», por lo que recomienda realizar más seguimientos. Además, relata, se estudia una parte ínfima de los potencialmente nocivos y que pueden estar relacionados con muchas enfermedades, incluso mentales, que hoy prevalecen en la población.
Ftalatos, relacionados con el desarrollo sexual, la obesidad y el cáncer
Se utilizan en muchas clases de productos plásticos, como cables, guantes, pinturas, juguetes, bolsas, zapatos e imitaciones de cuero o envoltorios. También se han encontrado en alimentos. Los de cadena corta (DMP, DEP, DiBP, DnBP y BzBP), también están en productos de cuidado personal, –desde champús a geles de uñas– detergentes... La sobreexposición oral, pulmonar o dérmica puede afectar al sistema reproductor, al riñón y al hígado. Los científicos alertan de que interfieren con la biosíntesis, afectan a la salud reproductiva y el desarrollo sexual, están asociados a la obesidad abdominal y a trastornos de déficit de atención e hiperactividad, síntomas alérgicos, asma, hipertensión e incluso cáncer de tiroides
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