La Justicia vizcaína celebra el 8-M: «Estoy deseando ver a una mujer mediocre en un puesto de poder»

«La justicia es mayoritariamente femenina», ha sentenciado Goenaga. De los 227 jueces y magistrados que ejercen en Euskadi, un 61,2% son mujeres. Salvo en el tramo de 60 a 70 años, donde representan un 48% del total, en todos los demás las féminas superan a los hombres. El porcentaje entre las menores de 30 años alcanza el 75%, según los datos del Consejo General del Poder Judicial a fecha de octubre de 2023. Sin embargo, en los puestos de nombramiento discrecional, se invierte la proporción al elevarse a un 78% la presencia masculina en el Tribunal Supremo y en las presidencias de las Audiencias provinciales, y al 88,2% en las de tribunales superiores. «Ahí está nuestro techo de cristal».

Para la magistrada, con más de 35 años de carrera y que tuvo que presentarse hasta tres veces para ser elegida presidenta y que en las dos ocasiones anteriores fue superada por compañeros «con trayectorias más cortas», existe una «anomalía que hay que corregir», ya que «no refleja» la realidad. Goenaga admite que «las mujeres nos autolimitamos» porque «ejercemos el papel de cuidadoras» y eso supone una mayor carga, pero considera que el sistema de elección «es fallido».

De los 54 fiscales que hay en el País Vasco, sólo 10 son hombres, pero entre los fiscales de sala o generales, en la Audiencia Nacional o en la Fiscalía Antidroga se quedan en minoría, ha añadido Ana Sola. Los tres compañeros que han cogido una reducción de jornada por enfermedad grave de un familiar son mujeres. La fiscal vizcaína fue «educada en la igualdad» por una madre y una abuela «maestras», que le inculcaron la búsqueda de la independencia económica. La secretaria de la junta de Gobierno del TSJ asume que «me ha faltado una perspectiva de género» y lamenta que «los roles de liderazgo masculino, como el control y la autoridad, son considerados mejores que los del femenino, como la empatía».

La abogada del Estado María Múgica mantiene que «hay mujeres que no han querido renunciar a su vida personal o familiar» por su carrera y la abogada Siqing Wu Yang, segunda generación de chinos en Bizkaia y miembro de un prestigioso despacho, ha contado que «en muchas reuniones con clientes soy la única chica».

Maite Murillo se convirtió recientemente en la primera decana del Colegio de la Abogacía en Bizkaia con 185 de historia. En su intervención, ha constatado, en el sector privado más que en el público, «muchas formas de discriminación, como los techos de cristal, la brecha salarial, la segregación ocupacional y los problemas de conciliación». «Me preguntan que cómo me organizo para cuidar a mi hija si tengo que viajar y eso a mis predecesores nunca se lo plantearon», ha confesado.

Yolanda Paredes, magistrada de instrucción en Bilbao y vicepresidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), cree que la maternidad supone a veces una «losa» que impide a muchas mujeres proponerse otras metas, aunque a su juicio no existen diferencias a la hora de juzgar entre hombres y mujeres. «Depende de las personas».