Desactivadores de explosivos de la Ertzaintza pasan a la lucha contra el virus
La unidad de la Policía autonómica desinfecta las estaciones de Zalla y Sodupe, además de un ambulatorio y un supermercado
Cuando ETA anunció el fin de los atentados, a partir de octubre de 2011, la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza tuvo que ... reciclarse. «Nunca hemos dejado de lado el tema de las bombas porque, lamentablemente, persiste el terrorismo yihadista y sigue siendo nuestra actividad madre, pero desde hace 14 años empezamos a formarnos en la guerra biológica, nuclear y química, que está muy en boga. Pensábamos en atentados con carbunco (ántrax) o gas sarín, nunca en esto; nadie podía preverlo. Pero a Euskadi le sirve ahora ese conocimiento que hemos acumulado para combatir al coronavirus. Sabemos mucho de descontaminación», explica José Fernández, jefe del área de instrucción de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDE) y Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRBQ).
Los desactivadores se dedican estos días a desinfectar hospitales -los de Cruces, Basurto, Txagorritxu y Santiago-, ambulatorios, comisarías, estaciones y centros de menores, entre ellos el de internamiento cerrado de Zumarraga. Desde el pasado 23 de marzo, llevan casi un centenar de trabajos realizados. «No hemos parado». Ahora, con la ayuda también de agentes de investigación «voluntarios», que quieren «ser útiles» en una crisis como la actual, en la que los delitos se han reducido más de un 70% en Euskadi.
Cada día, 18 agentes, nueve por la mañana y otros tantos por la tarde, se colocan el buzo blanco de protección biológica, botas de goma, guantes, mascarilla, gafas y una mochila en la espalda, que llaman 'matabi' y que contiene un «pulverizador de baja presión». Ayer les tocaba higienizar las estaciones de tren de Zalla y Sodupe y el ambulatorio y el Eroski de la primera localidad. De los seis agentes, dos eran mujeres. Llevaban su nombre escrito en el buzo para personalizarlo. EL CORREO les acompañó en esta misión.
«Lejía, lo más eficaz»
«Hola, somos de la Ertzaintza. ¿Hay algún sitio que os interese que desinfectemos especialmente?», preguntó el mando en el mostrador del centro de salud de Zalla. «Aquí el personal médico manda», asumió. Una zona quedó precintada al haber estado un paciente infectado. Los ertzainas rociaron el exterior del edificio con una solución de agua con hipoclorito al 0,4%; es decir, con lejía. «Es lo más eficaz. No es necesario más concentración porque así ya mata al virus y podría resultar tóxico para nosotros. Ningún desinfectante es inocuo». «En las zonas exteriores, se trata de humedecer -explicaba Fernández-. A un ordenador no le vamos a echar el chorretón. Ahí utilizamos alcohol y las puertas y zonas de contacto las pasamos con un paño».
Los agentes no pueden retirarse la máscara en todo el tiempo, tampoco ir al baño. «Sólo lo hemos hecho una vez, y hay que descontaminar. Al fin y a la postre, somos la unidad NRBQ, nos sirve de entrenamiento». De regreso a la base, en Iurreta, pasaron por una estación de descontaminación que han montado 'ex profeso'. «En un atentado con ántrax tendríamos que colocarla en el lugar. Puede quedar algo impregnado en el pelo». El coronavirus es más contagioso, pero más fácil de eliminar. Para la limpieza de casa, «basta con diluir una cucharada sopera de lejía en un litro de agua», aconsejaba.
Bomberos y DYA también desinfectan
Además de los desactivadores de la Ertzaintza y del Ejército, que el miércoles limpió la cárcel de Basauri, los Bomberos forales también realizan labores de desinfección, especialmente en residencias, uno de los sectores más afectados por la pandemia. Hasta el 15 de abril, los miembros del servicio de extinción de incendios habían completado 1.665 de estos servicios, 841 en Álava, 510 en Bizkaia y 314 en Gipuzkoa, según los datos de la Dirección de Emergencias del Gobierno vasco. La DYA de Bizkaia y de Gipuzkoa también han descontaminado 55 instalaciones desde que se decretó el estado de alarma por el coronavirus.
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