Derriban el último vestigio del frontón de La Esperanza
La demolición del frontis marca una nueva fase en la obra del futuro equipamiento, que se estrenará en la primavera de 2021
El frontón de La Esperanza ni era el más grande ni el más antiguo de Bilbao, pero sí era uno de los más emblemáticos por ... céntrico y visible. De él quedan ahora el recuerdo y parte del frontis. Y en unos días sólo quedará el recuerdo, porque las placas de caliza teñidas de verde donde estallaban las pelotas, esa superficie mítica, está siendo demolida. Esta es una fase más para preparar la construcción del edificio que se levantará en la parcela, pero tiene bastante de simbólico.
El frontón de La Esperanza fue derruido en 2015 para poder afrontar las obras de la línea 3 del metro y la estación del Casco Viejo. Por ahí entraron las máquinas y los muros de hormigón del nuevo equipamiento ocupan ahora parte de la vieja cancha. Ya entonces, hace un lustro casi, el gestor ferroviario encargado del trabajo, Eusko Trenbide Sarea (ETS), se había comprometido a reponer el equipamiento deportivo. Y fue en 2018 cuando el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco acordaron pagar a medias las obras para levantar un nuevo frontón y, además, un edificio que acogiese distintos servicios para el barrio.
La constructora Altuna y Uria está desarrollando los trabajos desde octubre, y no concluirán hasta la primavera de 2021 porque el plazo de ejecución es de 17 meses, con un coste de 2,8 millones de euros (más IVA), según recuerdan fuentes de ETS. ¿Qué se está haciendo? Tras haber demolido la pared del rebote, ahora le toca el turno al frontis. Primero, los operarios retiran las planchas de caliza; luego, echarán abajo el muro donde se apoyan, pegado al edificio vecino. En la promotora apuntan que no hay riesgo alguno porque no comparten estructura.
Todo en orden
Cuando ya no quede ni rastro del pasado arrancarán las obras de construcción del nuevo edificio. El frontón estará sobre el techo de la estación, es decir, sobre la mole de hormigón que se ve desde la calle Esperanza más o menos donde antes estaba la pared izquierda del antiguo frontón. Eso equivale al tercer piso del inmueble que se levantará. La cancha deportiva será lo primero que se haga porque para acceder a esas alturas, a la zona que da a la ladera del monte -estará en perpendicular a la calle, no en paralelo como la anterior-, se necesita ocupar la finca vacía con la maquinaria. Cuando esté hecho, arrancará el tajo para construir el edificio de cinco plantas -con 950 metros cuadrados- y un gran vestíbulo que acogerá servicios públicos para el vecindario; entre ellos, una biblioteca infantil.
El Gobierno vasco ya ha autorizado las modificaciones en el Plan Especial de Rehabilitación del Casco Viejo que implica la nueva obra, y también se va a aprobar el cambio del PGOU para reajustar las zonas verdes que hay en la ladera de Mallona y que también se ven afectadas por el proyecto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión