Lopetegui, destituido tras una mala semana navideña

La decisión tomada por el presidente Jorge Pinto da Costa y el director general Antero Henrique llega después de que una parte de la afición del Oporto mostrase su cara más irrespetuosa con el técnico, que llegó en junio de 2014, y varios jugadores, entre ellos algunos españoles, ahora es Lopetegui el que paga no cumplir unas expectativas desproporcionadas para esta campaña, teniendo en cuenta que el equipo que peleó por las semifinales de Champions con el Bayern perdió hasta siete de sus titulares.

La prensa local ha sido muy dura con Lopetegui, al punto que Jorge Jesús, técnico del Sporting y con el que el vasco tuvo un enfrentamiento la pasada campaña en el Benfica, le defendió. «Es un entrenador de calidad y digo esto con toda la sinceridad del mundo. Es un líder. Está haciendo un buen campeonato. En la 14ª jornada tenía cinco puntos más que hace un año. Algunos tienen ocho o nueve menos. Y no le hacen esas preguntas a ese, sólo a él», dijo tras el clásico en el que recuperó el liderato. Los aficionados, desde ese día, habían solicitado desde entonces la dimisión del entrenador, que se veía con fuerzas y confíaba en que el Oporto podía aún «ganar la Liga» pese al empate en casa ante el Río Ave. Lopetegui, eso sí, dijo no encontrar ningún apoyo entre la prensa. «Sé que algunos de vosotros me queréis despellejar, cortar en trozos y alimentar mentiras, pero el Oporto no está tan mal», dijo tras caer ante el Sporting, que está de vuelta al liderato tras la llegada de Jorge Jesús, que había estado seis años como técnico del Benfica.

Costinha le defendió

No ha sido el único, también lo hizo el jueves, después del empate ante el Río Ave (1-1), un mito portista como Jorge Costinha. «Yo no soy de los que simplemente les gusta hablar mal de los entrenadores . Es culpa de Lopetegui que Marcano no marque a un jugador de Marítimo y no salte en una córner? O que Aboubakar falle un gol sólo delante del portero? Es muy fácil simplemente culpar al entrenador, está siendo crucificado por los errores que cometen los jugadores. A menudo, el entrenador no tiene la culpa de los fallos de los jugadores, ellos deben tirar de galones y demostrar más determinación y actitud en el campo», recordó a Antena 1 el que fuera campeón de Europa con el Oporto en 2004.

Y es que el nivel de la plantilla del Oporto no es el de la pasada campaña. El pasado verano fue el club que más ventas realizó en Europa, por valor de 113 millones, cifra récord en la historia del centenario club. Todas esas salidas llegaron después de una campaña espectacular en la Liga de Campeones, donde alcanzó los cuartos ante el Bayern. Pese a vencer en la ida por 3-1, el duelo de vuelta en Múnich fue una pesadilla para un Oporto con bajas importantes (Danilo y Álex Sandro, traspasados posteriormente a Real Madrid y Juventus). Muchos de esos futbolistas llamaron la atención de los grandes europeos y de hecho, el entrenador español perdió a más de la mitad de su once titular: Jackson Martínez y Óliver Torres se fueron al Atlético, Danilo y Casemiro al Real Madrid, Quaresma al Besiktas, Fabiano al Fenerbahçe además del citado Alex Sandro.

Muchas ventas, pocos fichajes

El club no se reforzó al mismo nivel, algo de lo que nunca se quejó un Lopetegui que fue clave para la llegada del refuerzo estrella: Iker Casillas. El meta reconoció que tuvo más ofertas pero que «su cercanía y proximidad con Julen Lopetegui (con el que trabajó en la selección) fue decisiva para ir a un club con aspiraciones». Comprometido, el meta perdió cuatro kilos para recuperar su mejor versión, ya que sabía que la última campaña, aunque acabó sin títulos para el club, dejó el listón muy alto por las buenas sensaciones del equipo, que peleó el campeonato hasta la última jornada con el Benfica, pero sólo pudo ser segundo con 82 puntos tras el equipo de Jorge Jesús.

El comentario de José Mourinho, «es increíble el sueldo de Casillas en el Oporto», no ayudó a que el club gastara en más contrataciones. No llegaba el delantero deseado para suplir a Jackson y tuvo que tirar de Aboubakar. «Miro el mercado para mejorar el equipo, no para perder jugadores», fue todo lo que dijo el vasco, que en los últimos días del mercado se hizo con Corona, procedente del Twente. Con el mercado cerrado, y, a pesar de las bajas, avisó que trabajaría «para ser muy competitivos», sin volver a quejarse de una plantilla bastante inferior a la de la pasada campaña. El delantero que fichó el club para suplir al colombiano, ahora en el Atlético, fue Osvaldo, que estaba en Boca y no pudo estar disponible por enfermedad hasta un mes después de ser firmado a finales de agosto.

Casillas, sorprendido por la presión

Pese a ello, volvieron a brillar en Europa las dos últimas jornadas fallaron ante Dinamo de Kiev y Chelsea lo que les costó, pese a sumar 10 puntos, quedar fuera de octavos de una Champions en la Lopetegui ganó 11 partido, empató tres y sufrió tres derrotas. Uno de los señalados por caer relegados a la Europa League fue Casillas, que erró en el 2-2 de la ida en Kiev y 0-2 ante los ucriananos (que obligó a ir a ganar a Londres cuando con 0-1 les valía empatar a ambos). El meta, en su círculo privado y también con sus compañero de selección, reconoce estar sorprendido por las expectativas desproporcionadas que se generan en el club y que de saberlo, hubiese meditado haber terminado a orillas del Duero.

El equipo, que en Liga perdió el sábado su primer partido desde el 25 de enero de 2015, suma dos puntos más que el ejercicio y está vivo en las cuatro competiciones, algo que no pueden decir Benfica o Sporting. Es por eso que en varias ocasiones el portero ha mandado mensajes optimistas a través de sus redes sociales sobre la situación «surrealista» de la entidad, ya que, en privado, reconoce que no se imaginaba, ni por lo más remoto, una situación tan tensa estando a menos de un partido del liderato. Toda la agresividad que muestran los aficionados con los jugadores afecta a la plantilla, ya que excepto algunos veteranos (como el propio Iker, Maxi Pereira o Cristian Tello) el resto de futbolistas no tienen una trayectoria ganadora en clubes de este nivel y se sorprenden de la crispación social.

Tras mantener la base principal de la pasada campaña (Rui Patrício, Slimani, William Carvalho y Carrillo), y gracias a sus refuerzos de lujo (Aquilani, Teófilo Gutiérrez, Bryan Ruiz, Salomão, Jug, João Pereira, Diogo o Naldo) ya ganó la Supercopa y con su juego ha demostrado ser un aspirante real al título. En esa comparecencia tras el clásico, Lopetegui dejó caer, su equipo es tratado con otro rasero por ser un equipo de fuera de la capital: «Los caminos no son fáciles y no tenmos ninguna ayuda. Ninguna. Los medios de comunicación son negativos conmigo y con el club, pero es algo que no podemos controlar».

Plantilla intimidada

Algo incluso que reconoció el propio Jorge Jesús, con quien Lopetegui había tenido un enfrentamiento tras medirse en Da Luz la campaña pasada. «El Oporto estaba primero. Mi colega tenía al equipo en primer lugar, no creo que se merezca estas preguntas. Lopetegui es un entrenador de calidad y digo esto con toda la sinceridad del mundo. Es un líder. Está haciendo un buen campeonato. En la 14ª jornada tenía cinco puntos más que hace un año. Algunos tienen ocho o nueve menos. Y no le hacen esas preguntas a ese, sólo a él», dijo en la sala de prensa en lo que pareció una mención a otros técnicos mejor valorados por la prensa del país.

Incluso en una entrevista postpartido con la televisión, recriminó al periodista que preguntase a Lopetegui si temía ser destituido. «Yo no entiendo muy bien su pregunta al entrenador del FC Porto . Eso no se hace», recriminó el entrenador del Sporting al reportero antes de comenzar su análisis del encuentro.

Fichajes urgentes

Lopetegui ha sufrido la ira de una afición que no logra un título ya desde antes de la llegada del vasco. Pinto de Costa incluso recordó tras el partido contra el Académica (cuando siendo líder una parte de la hinchada abucheó y protestó contra Lopetegui cuando prefirió poner a Alberto Bueno antes que al canterano André Silva) el caso de José Mourinho, quien también fue contestado por un sector de la afición durante su periplo en el banquillo (2002-2004).

Ahora habrá que ver si los dragoes, tras la salida de Lopetegui, enfocan su ira hacia un buen resultado deportivo. Está meditando reforzar la plantilla en el mercado invernal, aunque lejos de grandes nombres que podrían mejorar la situación, especialmente en el apartado ofensivo. Suena el surcoreano Suk, del Vitoria, por el que pagará poco más de un millón. Muy poco comparado con los 113 millones ingresados tras el año de ensueño en Champions.