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Javier Ortiz de Lazcano
Martes, 5 de enero 2016, 01:13
Lo suyo es el fútbol. «Siempre he sido un loco de este deporte. Le dedico las 24 horas del día». Arkaitz Mota (34 años, bilbaíno domiciliado en Leioa) se ha especializado en la captación de talento. Lo hizo para el Barcelona, Real Madrid y ahora realiza esta tarea para los catarís de la Academia Aspire. Cuando intenta hacer cuentas le salen decenas de países y miles de kilómetros. Muchos de ellos han sido en África, un sitio que deja huella «Me conozco el lado más profundo del continente. África engancha».
«Ha habido días en los que dormíamos en cabañas y que ni siquiera podíamos comer, pero merece la pena», evoca. Su espíritu aventurero le hizo vivir situaciones de tensión en la primera de sus dos etapas en Aspire, entre 2007 y 2008. «En todos los países los que buscábamos jugadores íbamos con un conductor, guardaespaldas y un guía. En Nigeria añadían dos militares armados. Dividíamos el país en cuatro zonas. Íbamos a cada una de ellas y veíamos cada días partidos en dos pueblos. Éramos cuatro técnicos. Veíamos entre todos 88.000 niños por país y cien campos. Un día iba en Nigeria a buscar jugadores de talento escoltado por los dos militares cuando un coche hizo una maniobra extraña. Se enzarzaron en una pelea mis acompañantes y los de ese vehículo. Apareció la policía y descubrió que los otros eran también policías, aunque de paisano. Nos llevaron a todos al calabozo. Estuvimos allí un par de horas hasta que apareció un general y nos sacó tras echarles una bronca a todos ellos».
Diplomado en Magisterio de Educador Físico, fue el más joven en obtener el título de entrenador nacional, con 21 años. Entrenó en Bizkaia al Getxo alevín, Romo juvenil, Romo cadete, Getxo juvenil, Leioa (Regional) y Urduliz (Regional) antes de realizar para el Sporting sus primeras labores como detector de talentos, scouting, en su terminología inglesa.
En 2002 ficha por el Barcelona, para el que realiza funciones de búsqueda de jugadores en la zona norte. Uno de los fichajes de aquellos tiempos es el portero Oier Olazabal, hoy en la Real Sociedad y entonces en el Real Unión.
En 2006 abandona el club azulgrana. En 2007 se integra en el proyecto Aspire Football Dreams que se lleva a cabo en 18 países en desarrollo de tres continentes, dirigidos al empoderamiento de jóvenes del mundo mediante la identificación de talentos de fútbol. Preparado y planificado en 2005-2006, ya ha probado más de dos millones de jóvenes futbolistas de Asia, América Latina y África, como parte de la búsqueda más grande jamás realizada de talento en el deporte.
La Academia Aspire ha comprado tres clubes en Europa. El primero fue el As Eupen de la Segunda belga. Le siguieron el Linz de la Segunda austriaca y la Cultural Leonesa, de la Segunda B. Los frutos comienzan a aparecer. Diallo, que debutó con el Valencia ante el Barakaldo, y cinco jugadores que han debutado con la selección absoluta de Catar fueron detectados por Aspire.
En 2008, es fichado por el Real Madrid. «No somos muchos los que podemos decir que hemos estado en Barça y Madrid». Le reclutó Miguel Ángel Portugal, entonces director deportivo, porque quería captar jugadores en África. «El primer año estuve con el primer equipo, con Juande Ramos y Mauricio Pellegrini. Era responsable de Holanda, África, Turquía y Ucrania en fútbol internacional primer equipo y Castilla. Ahí se fichó a Robben y Snaijder. Les hacíamos el seguimiento, control y análisis. Se dice 'yo he firmado', pero al final firma el grupo de trabajo. Por eso me gusta hablar del equipo de trabajo. Estábamos cuatro personas más Portugal».
La llegada de Mourinho provoca que se concentre en las categorías inferiores. En verano de 2014 abandona Valdebebas. «Después de seis años necesitaba nuevos retos. Me llama Aspire y decido volver porque quiero crecer y el proyecto es más grande».
Además de buscar jugadores para Football Dreams en África (en 2015 estuvo en Costa de Marfil, Ghana, Guinea-Bissau y Nigeria), rastrea el mercado para el equipo belga que lucha por subir a Primera desde su cuarta posición a cuatro puntos del líder.
«Lo más importante es mi trabajo es la ambición, ilusión, conocer el mercado, ver muchos partidos y controlar a los jugadores en función del club en el que estés, que te marca el nivel de jugadores a seguir». ¿Cuántos partidos ve al día?. «Dedico al fútbol las 24 horas. Calculo que entre los que veo en directo y en televisión paso de los veinte partidos a la semana».
Con tantos cambios, no planifica el futuro. «Estoy bien y muy contento. ¿El Athletic? Los trenes que han pasado en mi vida son los que he cogido».
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