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Iturbe, con niños del Shenzen Green Academy chino.
La aventura china de un joven vizcaíno apasionado por el fútbol
Fútbol

La aventura china de un joven vizcaíno apasionado por el fútbol

Fernando Iturbe, de 25 años, entrena a niños en la Mongolia china tras haber trabajado en Osasuna, Atlético de Madrid, Athletic, Everton y Shenzen

Javier Ortiz de Lazcano

Martes, 20 de octubre 2015, 01:52

Fernando Iturbe es un bilbaíno de 25 años que reside en Sopela el poco tiempo que pasa en Euskadi. Es un joven acostumbrado a las mudanzas. La última le lleva hasta Mongolia Interior, la región china que emplea este nombre en contraposición al de Mongolia Exterior, el estado cuya capital es Ulan Bator.

«Es un proyecto apasionante. Está vinculado, además, a la Federación Española, que ha alcanzado un acuerdo con la China para potenciar el fútbol en esa región», cuatro veces más grande que España y 24 millones de habitantes.

Iturbe tuvo una breve carrera en los terrenos. Jugó en el Danok Bat y Leioa juveniles. «Me decidí por otro camino y comencé a colaborar con Borja Agirretxe en la escuela del Leioa». Cambió los terrenos por los banquillos. Fue a Osasuna para ser segundo entrenador del juvenil Nacional, estudió Ciencias de la Educación Física en Madrid, trabajó dos años en el segundo alevín del Atlético, con el que ganó dos Ligas en los tiempos de José María Amorrortu... Regresó a casa y trabajó en la captación del Athletic. Cuando recibió la baja puso rumbo a Liverpool para estudiar el modelo de fútbol base del Everton y entrenar al equipo femenino de la Universidad de la ciudad inglesa.

De nuevo en Sopela, poco duró. «Me salieron dos opciones, o California o China». Se fue de responsable deportivo al Shenzen Green Academy, un club de la cuarta ciudad china (solo Pekín, Shanghai y Guangzhou superan sus 10,6 millones), situada en una bahía frente a Hong Kong. Allí trabajó en la captación y tecnificación de niños entre 7 y 12 años.

Iturbe quedó prendado de China. «Hay talento, pero les falta práctica. Aquí hay chicos que superan las 10.000 horas de práctica deliberada, pero allí casi no hay tiempo de ocio. Un niño chino se acuesta a las once tras tres o cuatro horas de hacer deberes y extraescolares de piano, inglés, otros idiomas... El espacio para el fútbol es mínimo».

Tenía una oferta para seguir, pero la Federación Española le reclutó para un proyecto más ambicioso. «Somos alrededor de una docena de técnicos. El plan comienza en la Mongolia Interior, pero queremos que se extienda a toda China».

«Se quieren mirar en el espejo del fútbol español. No somos conscientes del poder de imagen que tiene el fútbol español en China. Llegas a un colegio y te encuentras a ejércitos de niños equipados con las camisetas del Barça, Real Madrid y Atlético, sobre todo del Barça. Del Athletic, poco. Trato de hablarles de lo que es y les parece interesante, pero ellos se fijan en lo que ven por televisión, que son Barça y Madrid». Iturbe quiere dejar huella en la promoción del fútbol en China y de paso hacer de embajador del Athletic en una de sus regiones más remotas.

PD: Estos reportajes quieren contar las peripecias de vizcaínos que están lejos de Euskadi como jugadores o técnicos de equipos. Si conoce a alguien susceptible de salir en esta sección pongase en contacto con jortizdelazcano@elcorreo.com.

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