

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
iratxe astui
Martes, 22 de febrero 2022, 01:33
Los escalofriantes testimonios narrados ayer por Maite y Karmele, dos de las alumnas que cursaron sus estudios entre las décadas de los setenta y los ... ochenta en el antiguo colegio menesiano San José de Bermeo, han sumado un nuevo episodio sobre abusos sexuales registrados en centros religiosos vizcaínos. «Me trincaba hacia él, hasta rozarme con sus partes, y entonces comenzaba a tocarme y a besarme por el cuello», explicaba Karmele ante las cámaras de ETB, todavía con el dolor contenido. Fueron algunos de los tocamientos a los que presuntamente fue sometida por el entonces director de la escuela. «Tenía mucho miedo, estaba aterrorizada», recuerda esta vecina de la villa marinera.
Karmele contaba entonces con solo ocho años, pero, a pesar de a su corta edad, una de las veces que sufrió aquel acoso tuvo la valentía de «empujarle y darle con el pie para separarme de él». Ese día salió corriendo a contar lo ocurrido en casa. «Mi hermana fue a hablar con él y le dijo que solo había dos opciones: o abandonaba Bermeo o le denunciaba», recuerda. Pero el religioso continuó dirigiendo el centro durante dos años más -seis años en total-, hasta su traslado al colegio Berriotxoa de Bilbao. «Estamos convencidas de que allí también continuaría con los abusos», apunta la víctima. «Pondría la mano en el fuego».
Por aquellos años, el «pánico» también se había apoderado de otra alumna del colegio San José y vecina de la localidad costera. Después de permanecer callada durante más de 40 años «por miedo», Maite, de 53 años, también se ha armado de valor para denunciar los abusos continuados de los que fue objeto por parte del mismo religioso de la congregación menesiana.
«Hasta ahora no he hablado de esto con nadie. Me daba mucha vergüenza», contaba con la voz entrecortada. «Me sentía sucia, a pesar de que era una niña y no tenía ninguna culpa», señala. Su «horrible» historia comenzó cuando tenía solo diez años. Era el verano de 1979. Un verano en el que Maite recibía clases de refuerzo, cuando el entonces director del colegio San José «me quitó la niñez».
Recuerda que escuchar su nombre por megafonía «me aterrorizaba». Porque aquello significaba «que tenía que entrar como a un matadero», rememora con dolor. Maite, un nombre ficticio, asegura que «mucha más gente sufrió abusos en ese colegio en aquella época». De momento, media docena de antiguos alumnos del colegio de los Hermanos de Bermeo engrosan la lista de las víctimas que sufrieron hechos similares. «En una ocasión, me obligó a agarrar su mano para que la llevara a sus partes y me estampó un beso, y en ese mismo aula había más niñas», apunta.
Hasta el momento, se conocen cinco víctimas relacionadas con este caso, pero las afectadas sospechan que hay más. Por este motivo han abierto una cuenta de correo lectrónico -JoseDonebiktimak@gmail.com-, con el fin de animar a otras personas que hayan soportado abusos sexuales a denunciarlos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Ingresan en prisión 6 de los 11 detenidos en la macrooperación antidroga en Bizkaia
Ainhoa de las Heras y Luis Gómez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.