Denuncia que su madre de 83 años víctima de un ictus se pierde una sesión de rehabilitación por los cortes de la 'fan zone' de Amezola
El corte del parque de esta zona de Bilbao ha impedido que pueda llegar a tiempo
Son apenas ocho minutos andando, según Google Maps, pero para una persona de 83 años que hace unos meses sufrió un ictus grave resulta un camino mucho más largo y tortuoso. Como suele ser habitual, esta mujer con grado de dependencia 2, acompañada de su hija, A. D., se dirigía este martes a la rehabilitación desde su casa situada en Carmelo Gil hasta la calle Antonio Trueba, ambas en la zona de Rekalde-Amezola. Sin embargo, las restricciones con motivo de la final de la Europa League en la zona -la 'fan zone' del Tottenham está situada en esta zona de Bilbao y hay varios calles cortadas- ha provocado que se pierda la primera de las dos sesiones que debía realizar. Lo habitual es que recorten por el parque de Amezola, pero en esta ocasión no les han dejado pasar.
«Esta mañana teníamos cita a las 12:00 y hemos salido de casa a las 11:15 para poder parar por el camino yendo despacio e ir bien de tiempo sin agobiarnos. Al llegar al parque hemos visto que iba a ser imposible acceder por nuestro camino habitual, el que tiene menos cuestas y es más corto. La sorpresa ha sido al subir el parque y ver que no había manera de pasar por ningún lado», cuenta A. D. En este momento, ha buscado una solución, una manera de sortear este imprevisto. «Me he dirigido a hablar con la chica que se encargaba de la seguridad en esa parte del vallado y le he explicado la situación. Me ha dicho que lo sentía mucho pero que no dependía de ella y no nos podía dejar pasar. Me ha remitido a otra chica a lo lejos que estaba dando instrucciones al tráfico para que me diera una alternativa. Le he dicho que no podía tener a mi madre cuesta arriba y cuesta abajo para que alguien me diera una solución. Un hombre que se encontraba allí se ha ofrecido a sujetar a mi madre mientras he corrido a hablar con esta segunda trabajadora».
Sin embargo, en esta ocasión, tampoco ha habido suerte. «Ella me ha dicho que no me podía dar solución y que por otra parte también lo íbamos a tener cerrado. Se ha acercado conmigo para que la chica de seguridad nos dejara pasar, pero ésta ha seguido negándose. En ese momento he llamado a la Policía Municipal. El número de la web estaba colapsado. En el 112 me han dicho que no me podían ayudar y que llamara al 092. En este número he hablado con un agente al que he explicado toda la situación y me ha dicho que daba aviso para que la policía municipal se acercara a donde estábamos», desliza esta mujer que se queja de las palabras que ha tenido que escuchar. «Me ha dicho que tenía que entender que cada uno ve las cosas desde su perspectiva, que yo me veo como perjudicada pero hay que ser comprensivos con otros puntos de vista. Ante la salud no hay ningún otro punto de vista prioritario. No estaba pidiendo permiso para poder llegar a una clase de gimnasia rítmica y estaba sujetando a una anciana enferma y agotada».
A continuación, le suena el móvil: «Tras colgar me ha llamado el policía que se iba a acercar diciéndome que buscara un camino alternativo. Le he explicado de nuevo que mi madre es dependiente y no podía ponerme a dar vueltas con ella, a lo que me ha contestado que se pasaría pero que iba a tardar dado el alto número de casos que tenían. A todo esto ya eran las 12:00, hora de nuestra cita. Mi madre agotada y nerviosa… Cuando finalmente ha venido el policía, de lejos y sin bajarse del coche, me ha dicho que subiera por una de las calles que me habían dicho antes que se encontraba también cerrada. Le he dicho que por ahí iba a dar mucha vuelta y me ha dicho que no. Al final hemos perdido nuestra cita perdiendo una de las dos sesiones que teníamos programadas. Además en el estado en el que se encontraba mi madre no ha podido aprovechar tampoco la sesión que ha tenido. A la vuelta hemos visto que un grupo de gente joven cruzaba felizmente el tinglado», denuncia.
Además, tiene dudas de lo que ocurrirá este miércoles, porque tiene una visita en el Hospital de Basurto. «No la he podido cambiar porque no tienen citas próximas así que tendremos que ir. He preguntado en el 092 si nos vamos a ver en la misma situación y me ha contestado que no me puede decir, que dependerá de la situación en casa momento, así que ya veremos qué nos encontramos», indica A. D.
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