El delegado del Gobierno dice que los Presupuestos demuestran que el Estado se ha convertido en «el mayor aliado de la economía vasca» contra la crisis
El delegado del Gobierno en Euskadi ha restado trascendencia la mañana de este viernes al hecho de que el borrador de los Presupuestos Generales del Estado retrase la fecha de culminación de las obras del Tren de Alta Velocidad a 2027, un año más de lo previsto hasta la fecha. Denis Itxaso ha asegurado que en los cálculos institucionales siempre se ha manejado ese plazo pese a que nunca se había reflejado en un documento oficial, e incluso ha sugerido que la inauguración de la infraestructura podría posponerse a 2028 porque antes debe realizarse una fase de pruebas. El tren estará en marcha, ha dicho, en «el entorno de 2027»,
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Itxaso ha comparecido en Vitoria para desgranar las partidas que los PGE para 2023 destinan a Euskadi. Serán 558,8 millones, 47 más que este año, merced a un esfuerzo inversor del Estado, que lo sitúa como «el mayor aliado de la economía vasca» ante la crisis. Casi la mitad del dinero consignado -250 millones- se lo llevarán las obras de la alta velocidad, como viene siendo norma habitual desde hace más de una década. Por eso, al ser cuestionado por el nuevo retraso que suma el proyecto, el delegado del Gobierno ha achacado la situación a vicisitudes de «un pasado que no podemos cambiar». Frente a eso, ha garantizado que Moncloa mantendrá su esfuerzo inversor para «acelerar todo lo que se pueda».
Con las obras pendientes del trazado avanzando, a mayor o menor ritmo, las novedades más inmediatas deberían llegar durante las próximas semanas en torno al proyecto de los accesos a Bilbao. El 'supertúnel' que unirá Basauri y la futura estación de Abando en ningún caso estará listo para ese horizonte de 2028 -el TAV llegará al apeadero provisional de Basauri-, pero va a convertirse en la primera obra de la 'Y' vasca en Bizkaia cuya ejecución cede el Gobierno central al vasco. La encomienda se encuentra ya solo pendiente de recibir el visto bueno del Ministerio de Hacienda antes de que sea firmada.
Más allá del TAV, Itxaso ha querido poner en valor que las inversiones se van a incrementar en los tres territorios. Renfe destinará 32 millones a mejorar las estaciones de Barakaldo, San Mamés, Autonomía, Peñota y Llodio, y otros 35 irán dirigidos a mejorar la red de Cercanías. Ahí aparece una partida de 10,8 millones para la «integración ferroviaria» de Zorroza, un soterramiento en el que las instituciones llevan un par de años trabajando pero que no acaba de arrancar. En Álava se reformará la terminal de mercancías de Jundiz (18,2 millones).
La Paloma, renovada
En lo que se refiere a los aeropuertos, el proyecto más ambicioso está previsto en Loiu. El delegado del Gobierno ha confirmado que el nuevo edificio de oficinas de La Paloma estará listo en 2023, por lo que la terminal de pasajeros será reacondicionada. Costará 14,5 millones. En Foronda se dedicarán 2,7 al incremento de la «seguridad operacional». Por su parte, el Puerto de Bilbao seguirá con su fase de expansión: se reserva una partida de 43,5 millones para, entre otros asuntos, ampliar el espigón central y prolongar el muelle AZ1.
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Entre las partidas 'vascas' de los PGE también aparece una de 3 millones para la reforma del paseo marítimo de Plentzia y otra de 3,6 para seguir con la reforma de la estación de tratamiento de aguas de Galindo. Itxaso ha querido también añadir a las inversiones directas el escudo social que conforman el incremento de las pensiones y del sueldo de los funcionarios, los bonos térmicos -que han solicitado 50.000 familias vascas- y las ayudas al transporte que permitirán viajar de forma gratuita en los servicios de Cercanías de Renfe todo 2023. «Antes fue la pandemia y ahora la guerra, el Gobierno ha demostrado capacidad para proteger a las empresas y las familias», ha dicho.
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