La cúpula de Arkaute se va sin cumplir un año en la academia
Los choques con otros miembros del departamento podrían explicar la salida de Miren Dobaran y de su 'número dos'
El Departamento de Seguridad del Gobierno vasco relevará a finales de agosto o principios de septiembre a la directora de Arkaute, Miren Dobaran, y ... a su 'número dos', la directora de Administración y Servicios de la academia, Amaya Angulo, según ha podido saber EL CORREO. Las dos responsables formaban parte del nuevo equipo del Departamento de Seguridad que lidera Bingen Zupiria tras las últimas elecciones autonómicas. No llevaban ni un año en el cargo. Dobaran era una de las personas de máxima confianza del consejero, con el que desempeñó también el cargo de viceconsejera de Política Lingüística en el área de Cultura.
Su relevo se produce en plena polémica por el suspenso masivo en la última OPE conjunta de la Ertzaintza y las policías locales, en la que suspendieron el 90% de los aspirantes. Sin embargo, según diversas fuentes, este cambio no está relacionado con los problemas y las críticas desatadas tras este proceso selectivo, que ha obligado a convocar una OPE de urgencia para cubrir más de 270 plazas que van a quedar desiertas.
Las versiones sobre su marcha difieren en algunos aspectos en función de las fuentes consultadas. Pero hay un punto determinante en el que todos coinciden: se ha producido un choque entre el equipo de Dobaran y determinados grupos de poder de Arkaute y del propio Departamento de Seguridad. La que también fue alcaldesa de Berango llegó con la intención de realizar importantes cambios en la academia, pero se han encontrado con el rechazo frontal de personas con mucha influencia en el centro de formación.
Oficialmente, la propia directora y su 'número dos' emitieron un comunicado interno el pasado miércoles en el que explican que asumieron la responsabilidad a finales del pasado verano con el objetivo de convertir la academia en un «referente», «adecuándola a los tiempos de hoy en día» y de proporcionar a los alumnos «una formación excelente».
En la nota aseguran que se marchan «tras casi un año de intenso trabajo» en el que -dicen- han conseguido «iniciar todas las fases que eran necesarias para hacer posible esa transformación» y «alcanzar los hitos que nos habíamos marcado». Ahora, tras menos de un año en el cargo, afirman que les «toca dar un paso a un lado y pasar el testigo». Un traspaso que -insisten- comenzaron a realizar «a finales de junio». Es decir, antes de que se celebrasen las pruebas psicotécnicas y teóricas de la polémica última OPE.
Dobaran y Angulo insisten en que para ellas «ha sido una aventura absolutamente enriquecedora», que les ayudará en sus próximos «proyectos profesionales», y agradecen el apoyo del «personal de la academia» y de los miembros del Departamento.
Fuentes de Seguridad aseguran que el cese se producirá «a petición» de la propia Dobaran. También insistieron en que el consejero le encomendó una serie de encargos que están «encarrilados» y que en este tiempo ha «sentado las bases» para convertir Arkaute en un centro de primer nivel. En todo caso, estas mismas fuentes apuntan que la academia es un lugar «exigente» y admiten la existencia de «tensiones» internas.
El nuevo equipo que empezó a dirigir Arkaute desde finales del pasado verano llegó con la intención de escuchar las propuestas de todos los colectivos que integran la academia. Fuentes sindicales apuntan que la cercanía que han encontrado en Dobaran no la habían percibido en los últimos directores de esta escuela de ertzainas. En este sentido, se propuso introducir cambios que, meses después, se encontraron con el rechazo de algunos responsables que llevan años en la academia y también tuvo algún encontronazo con representantes policiales, según coinciden en señalar diversas fuentes consultadas por este diario.
«Blindar» los exámenes
Por ejemplo, una de las medidas que puso en marcha fue cesar a una decena de profesores que ocupaban el puesto «de forma irregular». Se trataba de agentes que habían superado el periodo máximo de permanencia (cuatro años más otros cuatro de prórroga) que establece la Ley de Ordenación del Sistema de Seguridad Pública de Euskadi. La idea era introducir savia nueva.
No fue el único cambio significativo. Las mismas fuentes también explican a este periódico que el nuevo equipo llegó con la intención de «blindar» la cadena de custodia de los exámenes de las OPE con la intención de que no se puedan producir filtraciones de las pruebas a academias y a terceras personas.
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