El último baile de 'El Príncipe'

Pero la estrategia de partir en dos la segunda temporada de la serie y reservar su final casi un año (se despidió en junio de 2015) tiene un aspecto negativo, porque hay que reavivar el interés por una trama casi olvidada. Ahora mismo las cosas se encuentran así en el barrio ceutí: Morey (Álex González), a punto de ser ejecutado por sus propios compañeros; Fran (José Coronado), colaborando activamente con este a espaldas de los agentes de la comisaría; y Fátima (Hiba Abouk) y Faruk (Rubén Cortada), conscientes de que Khaled (Stany Coppet) es un asesino.

Tanto Aitor Gabilondo como César Benítez, creadores y productores de El Príncipe, insistieron desde el principio en que la serie debería tener un final cerrado y solo dos temporadas para «no alargarla en exceso». En estos últimos capítulos han puesto «toda la carne en el asador» en Ceuta, Granada y Madrid, e incluso han rodado cuatro desenlaces alternativos para evitar filtraciones. Ya tienen seleccionado el que se emitirá, pero este sigue siendo desconocido para el resto del elenco de actores.

«Todos son impactantes», reconoce José Coronado a este periódico. El veterano actor ya ha cambiado el pulcro afeitado de su personaje, Fran, por dos patillas de torero antiguo. No tiene que ver con moda o capricho, este viernes inicia en Canarias el rodaje de una película «sobre la búsqueda de El Dorado en el siglo XVI». Un nuevo encargo que no le hace olvidar su última secuencia en El Príncipe: «Lloré como una plañidera cuando el director dijo corten por última vez. En ese momento te das cuenta de que vas a dejar de ver a mucha gente con la que has estado conviviendo durante dos años».

Hiba y su anillo de recuerdo

Hiba Abouk se lleva un colgante y un anillo de recuerdo de su personaje, y también los mensajes de cariño que le han mandado a través de las redes sociales los espectadores árabes a los que representa en la ficción. «La comunidad musulmana no está mediáticamente representada en nuestro país y ha sido muy bonito representarla. Ahora en Ceuta llevan de otra manera el velo, descubriendo más la cara, como mi personaje», explica la actriz.

Al que le ha cambiado la vida El Príncipe es a Rubén Cortada. Su papel de Faruk Ben Barek le ha supuesto un revulsivo en su carrera desde que dejó su Cuba natal para probar suerte en «la fría» Madrid. «Esta serie me exigió un nivel de interpretación superior. Las series que me han ofrecido después de El Príncipe han sido gracias a esta».

¿Apuesta por un final?

En Ceuta todo termina en agua salada: en lágrimas o en el mar. Me gustaría un final dramático porque lo otro sería lo obvio.