El niño que tocaba con una lata
El increíble bajista Richard Bona inaugura el festival JazzMadrid'15, que reúne a cincuenta artistas en menos de un mes
Miguel Pérez
Sábado, 31 de octubre 2015, 01:24
Richard Bona inaugurará el próximo 5 de noviembre el prestigioso festival JazzMadrid'15, conocido también por el nombre de su sede central, el auditorio Conde Duque de la capital de España. Certamen de referencia en el circuito jazzístico, este año reunirá hasta el 27 de noviembre a medio centenar de artistas, desde los muy conocidos Joe Lovano, John Scofield, Mike Stern o Pedro Ruy-Blas que muestra una formidable forma vocal en su último disco, 'El americano' hasta figuras muy mediáticas caso de Esperanza Espalding y Kurt Elling y nuevos valores, que tocarán también en una docena de salas capitalinas agrupadas bajo la asociación La Noche en Vivo.
La elección de Richard Bona para la apertura del ciclo revela el calibre artístico de este brillante cantante y bajista camerunés que de niño jugaba a hacer música con una lata vacía y varios alambres en su localidad natal, Minta. Consagrado cuando apenas había adquirido la edad de votar, ahora, a los 48 años, está considerado como uno de los herederos directos de Jaco Pastorius, el músico más influyente del bajo eléctrico y soporte clave de la Weather Report, banda que contribuyó a remover los cimientos del jazz y fijar su transición hacia los instrumentos eléctricos, la fusión y los largos desarrollos salpicados de rock y psicodelia. Jaco falleció en 1987 a los 35 años como consecuencia de una brutal paliza propinada por un vigilante en un bar al que el artista, que sufría trastornos depresivos, se dirigió totalmente borracho después de intentar boicotear un concierto de Santana debido a antiguos agravios con un miembro de su banda. El músico fue apaleado de tal manera que entró en coma y nunca se recuperó.
Precisamente, Pastorius resultó ser el detonante de la afición del joven Richard Bona, individuo realmente sorprendente en la historia del jazz por ascender a la velocidad de la luz desde la calle hasta el estrellato. De adolescente aprendió a tocar la guitarra por su cuenta, una habilidad que le ha acompañado toda su vida. Es de los pocos músicos que puede aprender a utilizar un instrumento sólo con fijarse en cómo lo hacen los demás. Con ese bagaje formó una primera banda de jazz y tocó en un club cuyo propietario le dejaba escuchar sus discos de la Weather Report. Impactado por la luminosidad de Pastorius, Bona decidió aprender a manejar el bajo y se marchó a Alemania y, posteriormente, a París, donde se sumergió en el circuito local de clubes de jazz, conociendo a profesionales de la talla de Salif Keita.
Aquella fue la puerta de entrada a un universo mucho más grande, ampliado a Nueva York, donde ha actuado al lado de figuras consagradas como Bobby McFerrin, Pat Metheny, Chick Corea, Mike Stern (casualmente, una de las estrellas de JazzMadrid'15), John Legend, Steve Gadd o uno de sus héroes, el compositor austriaco y teclista de la Weather Report Joe Zawinul, que le invitó a tocar en su disco 'We, the People' en 1992. Bona, que también es compositor, auna el jazz con los ritmos africanos, pero también es capaz de registrar hasta diez maneras diferentes de interpretar un blues ('Ten Shades of Blues'). Sin embargo, lo más valioso es el respeto con el que cuenta en los círculos del jazz gracias a su humildad: pese a su joven consagración, no le ha importado ejercer de corista o de percusionista de acompañamiento y en todos sus temas reparte el protagonismo por igual entre sus músicos sin que prevalezca su bajo porque entiende que el auténtico fundamento de la música reside en las melodías y no en las personas.