El compositor valenciano.

José Iturbi, el pianista de 'Levando anclas'

Nacido en Valencia, intérprete espléndido de obras de Chopin, Mozart y Beethoven, fue una gran figura en el Hollywood de los años de oro, donde apareció en una decena de filmes

César Coca

Miércoles, 28 de octubre 2015, 01:39

Quizá recuerden la escena. Un pianista empieza a tocar la Rapsodia Húngara Nº 2 de Liszt, acompañado por una veintena de jóvenes que interpretan en sendos pianos el arreglo de la parte orquestal. Cuando acaba de empezar la obra, dos marinos la escuchan en lo alto de la colina que forma de manera natural el auditorio del Hollywood Bowl, un gigantesco espacio con capacidad para casi 20.000 espectadores. Gene Kelly y Frank Sinatra ellos son quienes llevan el traje azul marino con el gorrito blanco descienden a la carrera para acercarse al escenario. Quieren conocer a la gran estrella, que está ensayando. Por supuesto, los protagonistas de 'Levando anclas' son Sinatra y Kelly, pero el pianista fue en su momento una verdadera estrella del cine estadounidense... haciendo de sí mismo. De José Iturbi, un magnífico solista y director de orquesta que durante unos años fue casi tan popular como Arthur Rubinstein, que ya es decir. Incluso consiguió ventas mayores con algunas de sus grabaciones, pues dos de ellas lograron superar el millón de copias vendidas.

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La de José Iturbi (Valencia, 1895; Los Ángeles, 1980) fue una vida de película. Era hijo de un modesto empleado de la empresa de gas de Valencia que se encargaba de encender y apagar las farolas, ganó sus primeras pesetas tocando el piano en las salas donde se proyectaban películas mudas, tuvo un debut profesional clamoroso con 17 años en la Sociedad Filarmónica de Bilbao, obtuvo un diploma en París y llegó a EE UU en el peor año imaginable: 1929. Allí, los locos años veinte acabaron de golpe a finales de octubre, cuando los valores bursátiles «se estabilizaron después de bajar», eufemística fórmula utilizada por 'The Wall Street Journal' para describir la brutal caída del martes 29.

Pero Iturbi no se arredró. Creó su propia orquesta, colaboró con las formaciones más importantes del país, trabajó en documentales patrióticos cuando EE UU entró en la Segunda Guerra Mundial y atendió la llamada de Hollywood para trabajar haciendo de pianista en algunas películas. Lo curioso del asunto es que un músico tan riguroso como para abandonar más de un concierto porque los espectadores hacían ruido al beber o comer perritos calientes (en el auditorio al aire libre del Hollywood Bowl, comer y beber durante los conciertos no es que esté prohibido; es que forma parte de lo habitual) se tomó todo tipo de libertades cuando se trataba de ponerse ante una cámara. Por ello, lo mismo tocaba una versión para dos pianos (con su hermana Amparo) de la Danza Ritual del Fuego de 'El amor brujo' de Falla en 'Three daring daughters', que acompañaba en una canción a Jeanette MacDonald en 'Sweethearts', una película en la que tenía un papel protagonista. Por supuesto, haciendo de sí mismo.

Su colaboración con el cine se limitó a una decena de filmes (incluidos varios documentales) en unos pocos años. Destacan, además de los citados, 'Festival en México', 'Thousands Cheer' y 'That Midnight Kiss'. No son muchos, pero le valieron para tener su propia estrella en el Paseo de la Fama y ser un invitado habitual a las fiestas de la Casa Blanca. También le dieron una popularidad extraordinaria, lo que en el autodenominado 'país de las oportunidades' equivale casi siempre a mucho dinero. En sus mejores años, antes de instalarse de nuevo en España en los duros cincuenta, su casa de Los Ángeles parecía una pequeña pinacoteca en la que había un puñado de cuadros de los mejores pintores de la historia, y se desplazaba por la ciudad en un Rolls de su propiedad. Mucho después, cuando sintió cerca su final, pidió ser enterrado con una 'senyera' y una bolsa de chufas, tales eran sus vínculos con su Valencia natal, aunque pasó la última etapa de su vida en EE UU. Su cuantiosa herencia fue objeto de algunos litigios.

Dejó un puñado de interesantes grabaciones, pero para muchos millones de aficionados al cine será siempre el pianista de 'Levando anclas'.

Escena de 'Levando anclas'.

Escena de 'Three daring daughters'.

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