Getxo

Cuatro familias de niñas de 4 años denuncian a un profesor de Getxo por abusos sexuales

El Colegio Europa asegura haber actuado «con la máxima diligencia, en coordinación con los Servicios de Inspección Educativa y Policía, desde el primer momento en el que se ha tenido conocimiento de cualquier indicio». En ese sentido, ha añadido que la «persona involucrada fue inmediatamente apartada del centro» al mismo tiempo que se pone a disposición de las familias afectadas.

La noticia de estos presuntos abusos sexuales ha supuesto un auténtico «palo» para los padres de los niños. «Nos hemos enterado por lo publicado en EL CORREO y luego nos han enviado un comunicado desde el colegio», ha declarado una madre a los medios de comunicación apostados a la puerta del centro al mismo tiempo que confesaba estar «asustada», «preocupada» e «impactada» por los hechos. «Lo mejor es intentar hacer bien las cosas con todos los protocolos que sean necesarios», ha explicado la mujer con hijos ya mayores, de 14 y 10 años, en el colegio. «Nunca han dicho nada de este profesor», ha añadido.

Sobre si es posible que surjan más casos de presuntos abusos sexuales, esta madre llamaba a la «prudencia» y al «respeto» ante un «tema tan delicado». No obstante, ha explicado que el «profesor nativo» denunciado «iba como rotando en varios cursos con edades distintas», ya que su asignatura de inmersión en inglés no era fija. «Este tipo de personas saben elegir las víctimas y no suelen ir a por a una niña de 10 años que lo va a contar todo en casa. Pero a lo mejor ha podido haber otros casos que no salen. Nunca piensas que te va a pasar a ti.», ha señalado.

Los hechos arrancaron el lunes de la pasada semana. La pequeña llevaba ya días que no quería subir al autobús ni acudir al colegio. Fue entonces cuando esta madre acudió al hospital, donde le certificaron que había indicios de una posible agresión sexual. En una conversación con este periódico, la mujer explica que ya se había quejado semanas antes al colegio porque su hija había vuelto dos días a casa sin su ropa interior. Y relata que las explicaciones que le dieron fue que quizá era porque «hacía mucho calor».

Esta mujer alertó al colegio dos días después de acudir al hospital. De forma paralela presentó una denuncia en la comisaría de la Ertzaintza y se puso en contacto con unas pocas familias con las que tenía relación para explicarles lo que le había pasado. En estas circunstancias, una de las madres, que ya tenía quejas abiertas anteriores por la atención que recibía la pequeña -con necesidades especiales-, fue citada por la Ertzaintza el pasado sábado para llevar a su hija a un reconocimiento médico. Su madre relata a este diario que los médicos trataron de quitarle su ropa interior para poder explorarla y la niña empezó a gritar que no quería «jugar». Lo siguiente que hizo fue esconderse debajo de la mesa. Fue entonces cuando se dispararon todas las alarmas.

Este periódico se ha reunido con las cuatro familias afectadas. Han mostrado varias de las denuncias presentadas en los últimos días y algunos de los informes médicos que soportan sus acusaciones. Insisten en que tienen constancia de que, al menos, hay otras dos niñas que han relatado abusos. De momento son estas cuatro familias las que han dado el paso de denunciar en la Ertzaintza. Dos de ellas apenas se conocían hace apenas una semana. No saben hasta qué punto han llegado los supuestos abusos. Pero lo que realmente les indigna es la, a su juicio, «falta de comprensión» que ha mostrado el Colegio Europa desde que les comunicaron lo que estaba pasando. «En vez de preocuparse por nosotros, lo único que han hecho es cuestionar a nuestras hijas e invitarnos a marcharnos del colegio. Lo han querido tapar», lamentan.

El profesor investigado tiene en torno a 30 años y llevaba unos tres vinculado al centro educativo. Los dos últimos cursos trabajó de forma puntual, en periodos cortos, durante las formaciones de inmersión lingüística. Pero desde este curso, desde el pasado otoño, ya daba clases de forma regular.

La tercera familia que ha denunciado los supuestos abusos no tenía ninguna sospecha previa. Cuando supieron lo que supuestamente pasaba empezaron a hablar con la pequeña. Le lanzaron algunas preguntas, sin entrar directamente en el asunto, sobre el trato que les daba este profesor. Ellos estaban convencidos de que estaba muy contenta con él. Al cabo de un tiempo la niña les empezó a decir que este individuo le había «tocado» en sus partes íntimas y que le había hecho «daño». También les confesó que había gritado y que «no le gustaba eso».

El padre esta niña se puso en contacto con el cuarto denunciante, que no sabía nada de todo esto. Nunca habían tenido ningún tipo de problema en el centro. Le preguntaron de forma «inocente» y su hija les dijo que le gustaba jugar al escondite con este profesor, pero que otros juegos no le gustaban. Les dio detalles de las supuestas agresiones sexuales. También les dijo que el profesor les había insistido en que estos juegos eran «secretos» y que no podían «decir nada a ama y a aita».