Las seis horas del atacante de San Adrián: de precipitarse con su coche a apuñalar a sus padres y tirarse por el balcón

Parecía una mañana tranquila en el aeropuerto de Loiu tras los intensos meses de tráfico de pasajeros habitual en los meses julio y agosto. La rutina de septiembre la rompió un estruendo en el parking principal. Un coche blanco, modelo de la marca Toyota, se había precipitado desde la cuarta planta. El golpe fue brutal. El vehículo quedó bocarriba y se convirtió en un amasijo de metal. A pesar de la brutal colisión, el conductor salió ileso. «Hemos oído un golpe muy fuerte y gente que gritaba. No ha dejado que nadie se le acerque, ha echado a correr con cara de ido», relataban los testigos.

El coche con el que se precipitó fue en su día utilizado para trabajar como taxi. El autor de la agresión había heredado la licencia de su padre cuando se jubiló, pero tan solo ejerció la profesión durante un año. Tal y como ha confirmado a ETB Borja Musons, presidente de la Asociación Radio Taxi Bilbao, dejó de trabajar «hace unos ocho años». «Tuvo problemas con algunos compañeros por mal comportamiento y amenazas. No estaba muy bien. Solicitó la baja por motivos de salud y hasta hoy». De hecho, el coche accidentado ya no mostraba la matrícula azul, distintivo de los taxistas, pero sí la señalización de SP (Servicio Público). «Nos llegaron quejas de bares porque decía que seguía trabajando de taxista cuando era mentira», ha confirmado Musons.

Por el momento, no ha trascendido qué ha hecho el autor desde el accidente en Loiu hasta que perpetrase el ataque a sus padres en el domicilio familiar. En esa franja de tiempo, el agresor se desplazó desde el aeropuerto al barrio de San Adrián. Según aseguran los vecinos, a primera hora de la mañana, en torno a las ocho, se encontraba «alterado y gritando» en la calle.

Un importante despliegue policial rodea un edificio de viviendas del barrio bilbaíno de San Adrián. El hombre que pocas horas antes había huido de Loiu tras estampar el vehículo, ahora se encuentra atrincherado en el domicilio familiar donde ha apuñalado a sus padres. Ambos, de edad avanzada, fueron evacuados en ambulancia hasta un hospital para ser atendidos por las lesiones de arma blanca. Al parecer, se encuentran en estado grave, aunque sus vidas no corren peligro.

La Policía Municipal acordona la zona, mientras que los Bomberos colocan una colchoneta bajo el balcón como medida de prevención por si el autor del ataque finalmente se precipita desde el balcón de la casa.

Agentes del PRI (Patrullas de Prevención y Respuesta Inmediata) de la Ertzaintza se preparan para entrar en la vivienda donde el hombre se encuentra atrincherado. Se vive una calma tensa con una gran expectación en el barrio. Según fuentes vecinales, el varón ha protagonizado otros incidentes en la zona, como una agresión con arma blanca a una vecina.

Agentes negociadores de la Ertzaintza intentan entablar contacto con el hombre, encerrado en el piso. Un segundo furgón con agentes de Brigada Móvil, pertrechados con escudos, llega a San Adrián, cuando pasan dos horas desde que se ha iniciado la actuación.

Algo más de tres horas después de que apuñalara a sus padres en el domicilio familar, el hombre que se encontraba atrincherado se ha arrojado desde el balcón de su casa a la colchoneta que habían colocado los Bomberos.

Una ambulancia medicalizada ha acudido al lugar para atender al agresor ante las posibles heridas fruto de la caída. Los sanitarios le han colocado un collarín antes de trasladarle a un centro hospitalario. El varón se encontraba estable.

Al parecer, decidió saltar por el balcón cuando la Ertzaintza accedió al domicilio. Cuando se ha asomado, los vecinos le han oído amenazar con tirarse al vacío y «cómo gritaba 'el Anticristo'». En la caída, ha tocado el lateral de la colchoneta, pero finalmente ha impactado contra el suelo. Una UVI móvil ha acudido al lugar para trasladar al atacante, que en ese momento se encontraba estable, a un centro hospitalario tras colocarle un collarín.

Una vez trasladado el atacante a un hospital, las fuerzas de seguridad proceden a desmontar el dispositivo.

Horas después de producirse la caída desde el balcón, el atacante fallece en el hospital a raíz del golpe sufrido en el impacto contra el suelo.