La crisis lleva a Diputación y Eudel a revisar la financiación municipal
PNV, PSE y EH Bildu aprueban en las Juntas el inicio de la evaluación de los criterios que marcan el reparto de los fondos a los ayuntamientos
Las Juntas Generales aprobaron ayer una resolución por la que instan a la Diputación, en colaboración con Eudel, a adoptar medidas de cara a mejorar ... la financiación de los ayuntamientos vizcaínos el próximo año y ayudarles así con los gastos extraordinarios derivados de la pandemia. El legislativo foral también reclamó una revisión del actual modelo de financiación de los consistorios, una reivindicación histórica de muchas localidades vizcaínas -sobre todo las gobernadas por grupos independientes- y un mandato que se recoge en la Ley de Instituciones Locales de Euskadi de 2016.
PNV, PSE y EH Bildu alcanzaron el domingo «a las ocho de la noche» un acuerdo para sacar adelante ambas propuestas tras confirmar horas antes la Diputación que retrasará hasta 2022 y 2023 la devolución de los pagos que deben realizar los ayuntamientos por la merma de ingresos de este año. La coalición soberanista, que exigía líneas de ayudas inmediatas, retiró esa propuesta y consensuó la que salió adelante al entender que con las últimas medidas «la situación de urgencia ya está más resuelta», precisó la apoderada Arantza Urkaregi.
¿En qué se traducirá lo aprobado por las Juntas Generales? En el caso de los gastos extraordinarios de 2021 todavía no hay nada concreto. La portavoz de EH Bildu explicó que se podrían recuperar ideas como utilizar los «18 millones» que hay sin usar del año pasado en Udalkutxa para imprevistos, o crear en colaboración con el Gobierno vasco «una línea especial de apoyo a los ayuntamientos». «Son los propios consistorios los que tienen que decirnos cómo hacerlo, son los que tienen la cercanía con quien peor lo está pasando», comentó en el pleno el portavoz socialista, Juan Otermin.
Habitantes, playas...
Respecto al «análisis y reflexión» del modelo de financiación, va para largo. Los grupos acordaron que, de la mano de Eudel, se revisen los «criterios» de reparto del dinero. Se trata de una petición recurrente -las localidades más pequeñas censuran que Bilbao tiene más peso del que le corresponde- y «necesaria», porque las condiciones no son las mismas ahora que hace quince años, cuando se aprobó la norma foral ahora en vigor. Los ayuntamientos han adquirido más competencias y, por lo tanto, tienen más gastos.
En ese sentido, habrá que responder a preguntas como cuántos fondos (procedentes de la recaudación fiscal) debe dar la Diputación a los consistorios. También se ajustarán, en función de lo que planteen los propios municipios, los criterios de reparto, que van desde el número de habitantes hasta el número de playas, pasando por el esfuerzo fiscal, las personas en situación de dependencia, los desempleados...
Al acuerdo no se sumaron ni Elkarrekin Bizkaia ni el PP. La formación morada consideró que la propuesta de «reflexionar con Eudel» puede ser «necesaria», pero «aporta pocas certidumbres a los ayuntamientos». Y la portavoz popular, Amaya Fernández, lamentó por su parte que «se ha quedado lejos de lo que debería ser un verdadero compromiso con las entidades locales».
El dato
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901 millones acordó la Diputación entregar este año a los ayuntamientos vizcaínos. Según algunas estimaciones, tendrán que devolver más de 70 tras la brusca caída de ingresos. La entidad foral ha retrasado a 2022 y 2023 ese reintegro.
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