Crece por el virus la cifra de empleadas del hogar en situación irregular

Según los testimonios recogidos por ATH-ELE, las trabajadoras sin papeles que enfermaron por covid «fueron despedidas de inmediato». Por el contrario, en el conjunto del año no se registró un aumento reseñable de cese de las empleadas por muerte o ingreso en una residencia del empleador: un 25% en 2019 y un 26,64% el año pasado.

La asociación se hizo eco de «una queja generalizada» en cuanto al salario durante la situación extraordinaria del confinamiento. Hubo quienes, además de ampliar las horas de trabajo, tuvieron que atender a otros familiares. «El 81% de las personas atendidas viven solas y de repente recibieron a familiares para acompañarles en el confinamiento. La trabajadora aumentó su carga laboral sin compensación extra».

Tomando como referencia a las 526 personas que pasaron por la asesoría -226 empleadas internas y solo 11 hombres-, sigue subiendo el número de trabajadoras migrantes en situación irregular alcanzando un tercio del total. Además, la asociación ha constatado que se repite la dinámica de despedirlas en cuanto el empleador tiene que regularizar su situación.

Las trabajadoras que cobran correctamente según el salario mínimo no llegan al 4%. Y se ha registrado una «enorme bajada salarial»: el 37% de quienes estaban en situación regular no llegaban al salario mínimo por 40 horas y el 74% de las personas sin papeles no alcanzaron este sueldo en 2020. Además, el descanso es una de las grandes luchas del sector. El 74% de las internas trabajan más de las 60 horas semanales que marca la ley.