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MIRARI ARTIME
LEKEITIO.
Martes, 24 de julio 2018, 22:06
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Lekeitio se ha propuesto convertir el palacio Abaroa en uno de los atractivos de la localidad durante la celebración del 700 aniversario de su fundación como villa, que tendrá lugar en 2025. Y el Ayuntamiento ha comenzado a dar los primeros pasos para conseguir ese objetivo.
En ese sentido, en setiembre arrancará la primera fase de la restauración con el objetivo de eliminar los elementos discordantes que existen en el interior del edificio. «La intervención se limitará a la demolición y desmontaje de aquellos elementos cuya desaparición no afectan ni a la autenticidad del inmueble ni suponen implicaciones constructivas de calado con otros elementos del palacio», según se recoge en el plan de trabajo.
Durante su más de un siglo de historia, el inmueble ha tenido principalmente dos utilidades; el de residencia de verano de la familia Abaroa y el de convento de monjas. «El cambio de uso tan radical que se produjo de uno a otro supuso necesariamente la introducción de modificaciones que alteraron su carácter original afectando a la configuración de espacios», añade el estudio.
En el interior, los cambios efectuados se centraron principalmente en suprimir tabiques originales e incorporar otros nuevos. «Esas alteraciones estaban dirigidas a modificar, principalmente, el número de cuartos», detalla el informe.
«De hecho, la necesidad de redistribuir las circulaciones, debido a las normas de clausura, ha sido el motivo para la apertura y, sobre todo, cierre de huecos de paso», desvela la investigación.
Cierre de los jardines
Como consecuencia, «se ha perdido la fluidez en el recorrido entre espacios característica del edificio en su uso original». En el sótano, las mayores diferencias se concentran en el acceso este y en las estancias sureste y nordeste al incorporarse tramos de escaleras. «En la planta baja, por su parte, los cambios para adaptarlo como convento de clausura han sido de mayor envergadura al afectar a casi todas las estancias», recalca la valoración.
En el primer piso, las alteraciones afectan sobre todo a la incorporación de tabiques destinados a aumento el número de dormitorios en el edificio, mientras que en el segundo los cambios se concentran en las habitaciones de los extremos. «Se han modificado tanto los aseos, y sus accesos, como los cuartos».
Con un presupuesto de ejecución que ronda los 24.200 euros, incluido el montante del IVA, las obras, que correrán a cargo de una empresa del municipio, se ejecutarán en un plazo de dos meses a partir de las fiestas patronales. La intervención exigirán el cierre de los jardines del palacio a partir de los 'Sanantolines' por motivos de seguridad ciudadana.
La que fuera residencia de veraneo de José María Abaroa, un lekeitiarra afincado en París que se dedicó a la banca, «es una brillante propuesta de estilo Segundo Imperio, una de las más decisivas de la arquitectura vasca», según informan los expertos.
Catalogado como Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental en 2015, la ciudadanía de la villa quiere que se convierta en un espacio de actividades polivalentes relacionados con la cultura y la creatividad artística. Un estudio llevado a cabo entre los vecinos ha revelado que la mayoría se inclina por impulsar un servicio público accesible y atractivo.
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