¿Pueden las aves convertir Arteaga en el pueblo más feliz de Euskadi?

Observar a los pájaros es una de las aficiones y pasatiempos que más felicidad reporta a los seres humanos. Esa es al menos la conclusión a la que han llegado los autores del nuevo estudio europeo 'Ecological Economics', realizado en la Universidad de Kiel (Alemania) y en el que han participado numerosos organismos. Según el análisis titulado en inglés como –'The importance of species diversity for human well-being in Europe'- vivir rodeado de aves contribuye a elevar la sensación de satisfacción, «en la misma medida que lo haría que aumentaran nuestros ingresos», aseguran los expertos.

«Los europeos están particularmente satisfechos con sus vidas si su entorno inmediato alberga una gran diversidad de especies», confirma, asimismo, Joel Methorst, el principal investigador del trabajo, que ha relacionado datos socioeconómicos de más de 26.000 ciudadanos europeos en 26 países con datos macroecológicos sobre diversidad de especies y características de la naturaleza en el Viejo Continente. La noticia no ha pasado por alto en Urdaibai Bird Center, el museo vivo de la naturaleza, enclavado en Gautegiz Arteaga, donde se abre un enorme ventanal a la marisma de la única Reserva de la Biosfera de Euskadi y en la que recalan «más de 250 especies diferentes de aves».

En este sentido, los gestores del centro sugieren, por su parte, que el municipio de Busturialdea en el que se sitúa Urdaibai Bird Center se podría colocar en el primer puesto del ranking de municipios felices de Euskadi. «Si los europeos más felices son aquellos que pueden experimentar numerosas especies de aves diferentes en su vida diaria, entonces Gautegiz Arteaga, ubicado en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, podría ser el municipio más feliz de Euskadi porque rebosa de esa espléndida biodiversidad», argumentan desde el centro para el avistamiento de aves.

De acuerdo a las conclusiones extraídas del estudio europeo, además, el municipio de Busturialdea poseería la fórmula magistral para que sus vecinos sean felices, «dado el equilibrio existente entre persona y naturaleza», confirman las mismas fuentes. «No solo Euskadi, sino Europa también, cuenta con este pequeño pueblo que acoge un gran reservorio de biodiversidad, que acompaña a su habitantes», destacan desde el Urdaibai Bird Center, de Gautegiz Arteaga.

Si el nivel de felicidad de una persona está directamente relacionado con la diversidad y cantidad de aves que observa, por tanto, el municipio de Urdaibai cumple de lleno con los requisitos. «Están presentes por aquí a lo largo de todo el año y adema´s se pueden observar con relatica facilidad», defienden desde el museo de la naturaleza. «El águila pescadora, el esquivo avetoro o la viajera espátula son nuestros tesoros», animan a observarlas.