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MIRARI ARTIME
Viernes, 8 de julio 2022
Las gaviotas patiamarillas, 'Larus michahellis', están desapareciendo de la costa de Busturialdea y Lea Artibai. De hecho, su población se ha desplomado hasta un 82% en las últimas dos décadas, según el estudio más reciente llevado a cabo por el departamento de Ornitología de la ... Sociedad de Ciencias Aranzadi y el de Zoología y Biología Celular Animal de la UPV/EHU.
En términos absolutos, el censo ha pasado de un promedio de unas 4.200 parejas reproductoras durante la década del 2000 a 1.861 en 2021. «Por territorios, se observan diferencias muy notables, ya que mientras en Gipuzkoa ha caído un 6%, el declive en Bizkaia alcanza el 82%», indica el informe.
Los investigadores han constatado además la práctica desaparición de las que fueron las colonias más importantes de la costa vasca situadas en Busturialdea y Lea Artibai. En concreto, destacan las islas Garraitz, en Lekeitio y Aketx e Izaro, en Bermeo.
En el islote de la villa marinera, de los 1.634 ejemplares censados hace dos décadas, se ha pasado a 310. En el de Lea Artibai, por su parte, de 881 ha caído a 147. La tendencia se repite en Otoio, (Ispaster), Laga (Ibarrangelu) y en Kaiarria y Larra (Ea), donde prácticamente han desaparecido, así como en Ogoño (Elantxobe), Gaztelugatxe y en los islotes de Bakio.
«De continuar el declive, la especie podría enrarecerse como reproductora en varios tramos de costa y pasar a estar casi amenazada», advierten. La tendencia es similar a la que se está produciendo en otros puntos del Estado como Galicia, con un 30% menos, y las Baleares, donde el desplome ronda el 80%.
En la actualidad, la colonia más numerosas se ubica en la zona de Ulia, en Gipuzkoa, aunque la investigación destaca como aspecto de interés su aparición en Gran Bilbao. «En este último caso, son de tamaño reducido, de menos de 50 nidos ubicados en el estuario del río Nervión», matizan.
Los ornitólogos atribuyen el descenso, mayoritariamente, al cierre de vertederos. «En el caso de Izaro y Lekeitio, había muchas que dependían del vertedero de Jata, en Lemoiz, cerrado en 2013, por lo que la repentina reducción de recursos habría comprometido la supervivencia en una zona con alta densidad de gaviotas», detallan.
Además de alertar sobre la no conveniencia de intervenir en colonias naturales ubicadas en zonas donde no molesten, los expertos aconsejan en paralelo evitar la existencia de comida en playas y núcleos urbanos.
«En el actual proceso de declive de la población y ante la reducción del acceso a los recursos de vertederos, aquellos municipios con restos de comida en contenedores abiertos, plazas, parques y playas podría llegar a acoger nuevas colonias, posiblemente pequeñas, en especial a lo largo de la línea de costa», indican.
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