Ondarroa mejora la accesibilidad en varios puntos del casco viejo

La vida en el casco antiguo de Ondarroa resulta cada vez más difícil, sobre todo, para las personas mayores, así como para los que tienen problemas de movilidad. Así lo constató un estudio realizado por el Ayuntamiento en el proceso de redacción del Plan General de Ordenación Urbana –PGOU–.

«Las dificultades de accesibilidad y habitabilidad afectan a los ciudadanos más vulnerables de la parte vieja de la villa costera», recoge la investigación. «Aunque es una situación que no es exclusiva del municipio, en el caso ondarrés la situación es más grave por el gran tamaño del casco antiguo, con un elevado número de viviendas».

Para aliviar esa situación, el área municipal de Urbanismo ha puesto en marcha un plan de obras menores en distintos puntos del casco viejo afectados sobre todo por un alto deterioro del adoquinado que ha provocado numerosas críticas de los residentes.

«Ya era hora», ha reconocido una de la vecinas de Iparragirre. «No es un tramo excesivamente largo, pero caminar sobre ella, era una tortura», ha señalado. Los trabajos de reposición se prolongarán durante una semana y media y afectarán a los vehículos que disponen de permiso para acceder a la parte antigua al registrarse cortes puntuales.

La intervención, que corre a cargo de la empresa Lasuen, exigirá un desembolso económico de 40.000 euros. Tras la conclusión de las mejoras en la calle Iparragirre, los trabajos se trasladarán a las zonas de entrada de Iparkale y Kaleandi, así como a la cuesta de la iglesia Andra Mari.

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