Markina aborda una reforma sin precedentes de su casco antiguo

El proyecto tiene como objetivo fomentar el impulso socioeconómico y el aprovechamiento turístico de una de las principales puertas de la ruta del norte del Camino de Santiago. Para conseguirlo, se pondrá patas arriba el antiguo recinto intramuros formado por tres calles paralelas; Okerra, Erdikokale y Guenkale, y una cuarta transversal, Zearkale.

La iniciativa persigue, por una parte, modernizar todas las redes de servicios, incluidos los sistema de gestión de residuos. El espacio completo pasará a ser accesible –con una nueva zona de estancia entre Okerra y Osteko– y se desmontará el pavimento existente en calles y callejones; se reutilizará el adoquín de caliza amarilla en la zona central, mientras que en los tramos paralelos a las fachadas se empleará caliza local granulada de 'negro Markina'.

Por otro lado, se llevará a cabo un estudio arqueológico que nutrirá un nuevo centro de interpretación que se pondrá en marcha en la planta baja de la Casa Consistorial, situada en el Palacio Mugartegi o Solartekua, con protección especial. Durante las excavaciones, además, se planteará la posibilidad de poner en marcha visitas guiadas.

La Administración local acaba de licitar las obras que alterarán por completo la dinámica diaria de la zona hasta su conclusión, fijada para el 30 de marzo del año que viene. Ante esta situación, la alcaldía de Iratxe Lasa ha fijado una ronda de reuniones con vecinos y comerciantes para detallarles las afecciones.

Uno de los momentos más complicados llegará con la sustitución de las obsoletas tuberías para el suministro de agua potable, así como para separar la red de aguas pluviales y fecales que hoy en día es una sola, lo que que dificulta su depuración.

También se instalarán nuevos conductos para las canalizaciones de energía eléctrica necesarias tanto para eliminar el cableado aéreo de las fachadas como para suprimir puntos oscuros y mejorar la iluminación de callejones y cárcavas, así como la de edificios y elemento históricos singulares, incluidas las cinco entradas principales al casco viejo.

Los conductos para telefonía dejarán de ser visibles y los de gas se extenderán hasta Okerra y Erdiko kalea. «De esta manera, se pretende potenciar la percepción de que nos hallamos ante un conjunto unitario, con una pavimentación singular y marcando los puntos de acceso o 'puertas'», recalca el plan que matiza que todas las medidas serán consensuadas con el servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación.

Las obras se completarán con la recuperación de las cárcavas, que presentan un estado muy deficiente. «Las conducciones obsoletas producen situaciones insalubres, olores y humedad debido a pérdidas en los conductos, además de una limitada funcionalidad», detallan.

Durante la actuación, un equipo de arqueólogos aprovechará para realizar una investigación sobre el terreno. «Los hallazgos realizados durante la excavación y las conclusiones se recogerán en un centro de interpretación y espacio expositivo que nace con vocación de perdurar y facilitar el acceso turístico al casco antiguo mediante unas dependencias que incentivan y acogen al visitante», señala el proyecto.

«Se utilizará tecnología multimedia para la presentación en varias lenguas de contenidos y la información se completará con carteles en soporte físico, textos y gráficos en lenguaje Braille», indica. El nuevo espacio contará con un punto de recarga de móviles para que los interesados puedan acceder a información sobre rutas, reserva para visitas, así como conocer la historia de la villa medieval.