Ecologistas arremeten contra la pesca pelágica de bonito vendida en Ondarroa
Eguzki critica que las artes que emplea la flota irlandesa «esquilman» los caladeros y lamenta que los armadores de altura lo comercialicen
Mirari Artime
Miércoles, 9 de julio 2025, 17:51
El colectivo ecologista Eguzki ha criticado con dureza la llegada a los puertos vascos y en concreto al muelle de Ondarroa de al menos siete embarcaciones de la flota irlandesa que emplea redes pelágicas para la captura de bonito del norte. Lamentan su comercialización por parte de los armadores de altura y exigen a las administraciones vascas y españolas más compromiso y trazabilidad.
Desde esta agrupación denuncian el tipo de artes que emplean esos pesqueros –prohibidos a los arrantzales del Cantábrico– «porque atrapan y arrastran todo lo que se pone en su camino y genera muchísimo descarte. No es sostenible pues esquilma hasta agotar los caladeros y los ecosistemas», critican.
Según detallan «provoca abundantes desechos por su modo de empleo al echar una red en forma de embudo entre dos barcos que van moviéndose y recogiendo en el fondo todo lo que pilla a su paso», indican. Por ese motivo, además de atrapar las especies objetivo, como en esta temporada el bonito del norte, también capturan otro tipo de pesca «ya sean comerciales o no o protegidas como pueden ser las tortugas, delfines e incluso ballenas».
Además, «a esa situación se suma que por el peso acumulado al sumar toneladas y el tiempo que las capturas pasan en las redes, éstas acaban aplastadas, por lo que pierden el interés comercial, crean muchísimo descarte y acaban arrojadas al mar muertos», subrayan. «Aun siendo una práctica legal, según los tratados pesqueros, es insostenible, arrasa los caladeros destruyendo los ecosistemas marinos», insisten.
En el lado contrario de la balanza se encuentran los arrantzales de la flota del Cantábrico que emplean artes selectivas y tradicionales con los que capturar las piezas de bonito de uno a uno con descarte cero.
Pesca olímpica
Los ecologistas también lamentan «profundamente» que recientemente en la lonja de Ondarroa se hayan comercializado 191 toneladas descargadas por la flota irlandesa «con muchas piezas machacadas». Los armadores de altura (Oppao) vendieron 60 y el resto corrió a cargo de compradores mayoristas.
«Esas capturas, sin pasar ni por la Cofradía, van a parar a conocidos centros comerciales y a la mayoría de nuestras conserveras para que posteriormente lo vendan a precios de bonito del norte pescado con anzuelo de uno en uno», indican.
Eguzki también denuncia que «esos barcos arrastreros que principalmente son de origen francés e irlandés, faenan bajo el manto de la legalidad europea en aguas internacionales, aunque en ocasiones traspasan la línea a 12 millas de nuestra costa transgrediendo la legalidad vasca y española donde estas técnicas están prohibidas».
Por ese motivo, reclaman más compromiso a las administraciones española y vasca. «Que ejerzan un férreo control de manera que a pelágicos y compradores mayoristas no les salga rentable», han manifestado. «Aunque sabemos que se han realizado inspecciones y se han descubierto casos de atún sin contabilizar también hay que comprobar el exacto cumplimiento de descartes, cuotas, preavisos de descargas y el paso por la lonja», enumeran.
Para este colectivo también es un error la denominada pesca olímpica que practica la flota de bajura del Cantábrico. Según argumentan, por un lado, «revienta a los arrantzales al tener que capturar el mismo pescado en mucho menos tiempo que hace años ya que el mercado queda desabastecido en fechas de consumo tradicional de la especie». Como consecuencia, «estamos en manos de grandes compradores al concentrar toda la cuota en apenas dos meses».
Por otra parte, aseguran que «cuando la flota vasca acabe con su cupo sólo los pelágicos podrán seguir faenando y el bonito fresco tanto para nuestras casas como para hostelería no será el de los arrantzales, sino el de los pelágicos», recalcan. «Algo incomprensible», subrayan.
