El misterio de los coches calcinados en Mundaka los días 13 de cada mes

Hoy, festividad de Santa Lucía, a eso de las cuatro de la madrugada, tuvo lugar el último incidente, que se saldó con la quema de otro automóvil, que en este caso se encontraba estacionado en la pequeña área marcada con varias plazas de aparcamiento en la BI-2235, la variante que circunvala Mundaka, muy próxima a la playa de Laidatxu. Las labores de extinción requirieron la intervención de los bomberos.

«No tenemos ni idea de quién es el autor, pero en el pueblo ya se comenta la coincidencia de que elija hacer de las suyas precisamente los días 13», comentaba ayer una paseante que frecuenta la zona del barrio de Astoaga Etxebarri. Su comentario venía a cuento porque los anteriores incendios de coches registrados en Mundaka, -un total de once en lo que va de año-, siempre han tenido lugar durante las jornadas marcadas con ese número primo que tanta negatividad encierra para los más supersticiosos.

De hecho, la madrugada del 12 al 13 del pasado mes de agosto, otros cinco coches fueron pasto de las llamas en la misma carretera y, minutos antes, esa misma noche, las autoridades tuvieron noticia de otra quema de similares características en el parking de Basamortu, situado también algo alejado del centro urbano del pequeño municipio.

Otra vez en coincidencia con el día 13 del calendario, pero del pasado mes de noviembre, Mundaka volvía a despertarse con la noticia de una nueva quema de manera intencionada de dos utilitarios, en Basamortu. En el mismo aparcamiento, rodeado de edificio de viviendas, un coche más sufrió graves daños al alcanzarle las llamas del fuego. «Ni oímos nada, ni vimos a nadie», aseguraron a EL CORREO, pocos después de registrarse la quema, varios residentes del barrio, que ofrece vistas inmejorables del parque de la icónica ermita de Santa Catalina.

La Ertzaintza abrió entonces una investigación para esclarecer los hechos ante la sospecha de que los incendios fueron provocados; una hipótesis que cobra cada vez más fuerza aunque falta esclarecer aún quién es la mano que está detrás de estos sucesos. Los vecinos de Mundaka, por su parte, descartan la idea inicial de que pudieran estar relacionados con episodios de 'turismofobia' o gamberrismo. «Tiene pinta de que es idea de algún pirómano zumbado», coinciden en opinar entre la mayoría de los consultados por este periódico.

Ayer, varios agentes de la policía autónoma se encontraban también en el lugar del siniestro realizando las primeras pesquisas, acompañados de un perro. No obstante, fuentes del departamento de Seguridad del Gobierno vasco informaron a este periódico por la mañana que «de momento no tenemos constancia de ninguna denuncia» en relación al último ataque producido en Mundaka.

La corporación municipal, por su parte, volvió a condenar ayer los siniestros ocasionados de manera voluntaria en el municipio costero. «Un mensaje claro a los posibles causantes de estos daños que han vulnerado la seguridad ciudadana y han puesto en peligro la tranquilidad de todo el pueblo: no os queremos en Mundaka», reiteraron también ayer, a través de un nuevo comunicado.