Bermeo hunde a su ballenero

El 'Aita Guria', que hasta ahora permanecía anclada en el muelle Artza de la localidad costera y que desde hace unos días ha ingresado en los carros varaderos del astillero de Bermeo, pasará finalmente a mejor vida «porque se encuentra en muy mal estado y su reconstrucción nos costaría cerca de un millón de euros», han avanzado hoy desde el Consistorio bermeano. Según han matizado, además, «a todo ello habría que añadir, también el coste de mantener el ballenero en el astillero, su correcto mantenimiento una vez realizadas las obras de restauración, además del seguro anual».

En 2009, un informe encargado por el Ejecutivo costero a la empresa Tecma ya alertaba sobre el estado de «deterioro» de la embarcación. Según el documento, «salvo el casco, tanto los mástiles como las cubiertas se encuentran en mal estado». Los técnicos especificaban por otra parte que el origen de la pudrición estaba en la pintura impermeable que se utilizó para su decoración y «que no permite ventilar adecuadamente la madera». Una sentencia judicial, sin embargo, eximió a la firma responsable de su construcción de la responsabilidad que le imputó el Ayuntamiento en el año 2009.

El buque insignia de Bermeo, además, perdió su mástil y las velas como consecuencia de las fuertes y continuadas ráfagas de viento que soplaron en el invierno de 2010. Posteriormente su situación ha empeorado y el último año ha permanecido cerrado sin recibir visitas. «Desde 2006 hasta 2019 ha supuesto un gasto de 2,2 millones de euros y, por contra, ha generado unos ingresos de 177.550 euros. Es decir, su capacidad de financiación ha sido de solo el 7,8% por lo que hemos iniciado el procedimiento de desmantelarlo», han confirmado desde el Ayuntamiento de Bermeo.

El ballenero 'Aita Guria', de 37 metros de eslora y cuatro cubiertas, es fruto de la transformación de un antiguo pesquero oriotarra –'Beti Aita Guria- por parte de un grupo formado por más de una veintena de alumnos de la escuela de carpintería de ribera, que hace más de una década desarrollaban sus trabajos en los astillero de Bermeo.